Uno de los pocos pulmones de la ciudad que ha sido amenazado por inmobiliarias y seres oscuros como el Chato López, ahora sufren la amenaza del fuego.
Son cerca de 40 hectáreas las que ya fueron consumidas por el fuego, y a pesar de los grandes esfuerzo que han realizado cerca de 100 personas, las condiciones del terreno dificultan la labor sin embargo el ánimo de defender lo verde no se extingue.