Estas aves suelen caminar en zonas con césped corto en busca de insectos voladores, a los que observan pasar y atrapan en veloces carreritas antes que posen en el suelo o cuando ya posaron sobre el mismo; a veces hacen cortos vuelos para atraparlos. En la reserva, con tantos visitantes son un poco menos temerosos y uno si se queda quieto puede tener buenos acercamientos.
En ambientes naturales con mamíferos herbívoros estas aves los merodean e incluso usan sus cuerpos para posarse, sirviendo estos como atalaya desde donde observar insectos que huyen de los peludos pastadores.