Galgo

Por Ros
El aspecto físico del galgo lo hace un perro singular dada su apariencia, es delgado y esbelto y sus características físicas y su condición de atleta han hecho de él un perro muy codiciado. Hoy en día, casi la totalidad de ellos, tiene como único destino el uso para la caza de la liebre o las competiciones. El galgo, generalmente, es descartado como animal de compañía.
Sin duda, su uso en actividades cinegéticas y su valoración exclusiva para la caza con liebre, ha hecho de la vida del galgo una eterna competición por la supervivencia: mantenerse útiles para sus propietarios tras cada temporada.

Cualquiera de estos nobles animales, jóvenes, fuertes y esbeltos pueden quedar desechados por una mala carrera, por una falta de velocidad, por un giro inesperado cuando corre tras la liebre, por una torcedura de pata, por la amputación accidental del extremo de su rabo que actúa como timón en la carrera, etc...todas ellas, causas absurdas que dejan de convertirle en un posible "campeón" o un animal destacado en sus funciones y por las que pierden todo valor para el colectivo galguero.
Es a partir de entonces cuando comienza la cuenta atrás en la vida de un galgo. Entregados a las perreras para su sacrificio, abandonados a su suerte por los campos donde habitualmente han corrido para sus propietarios, muertos de un tiro en la cabeza, ahorcados, quemados, atados a un piedra hasta morir de inanición y un sin fin de crueldades que se escapan a la razón.
Organizaciones de toda España y del extranjero luchamos sin tregua por acabar con esta tragedia que cada año se repite sin que se ponga en marcha ningún tipo de medida de control. Mientras tanto, se trabaja desmesuradamente por salvar algunas de estas vidas reubicándolos como animales de compañía. Y ahí sí que el galgo está haciendo su "gran carrera". Su nobleza, buena actitud para niños y ancianos, su adaptación a la vida en familia y su serena y elegante presencia se abre paso en nuestro país habiendo llegado a su meta en otros países europeos, hace ya varios años.
Hoy por hoy, lenta y sigilosamente, estos bellos animales están entrando en nuestros hogares escapando al cruel destino que les han marcado quienes no tienen escrúpulos. La Fundación Benjamín Mehnert, lucha por cambiar cada una de esas maravillosas vidas que llegan hasta nosotros y que merecen toda nuestra admiración porque son: verdaderos supervivientes de la crueldad humana.