Galicia y Vascongadas. La crónica del 12-J que no gustará a casi nadie.

Publicado el 14 julio 2020 por Mike Sala @mikesala65



El corrupto sistema de partidos se ha repartido el poder en Vascongadas y Galicia para los próximos cuatro años, pero una de las principales preocupaciones de ciertos representantes de partidos mayoritarios ha sido llamar al pueblo a no abstenerse, porque al punto que hemos llegado, votar es certificar con una papeleta que autorizas a quienes no has elegido ni conoces para que sigan vaciándote los bolsillos con absoluta impunidad.
El PNV consigue 31 de un total de 75 escaños y EH Bildu, la marca blanca de ETA, incrementa los suyos hasta los 22, con lo que se certifica que el nacionalismo/independentismo, sin importar si es de corte ultraderechista (PNV) o comunista (ETA y sus marcas blanqueadas por el sistema) sigue siendo la opción preferida por un enorme porcentaje de población que ha comprendido desde hace décadas que vivir bajo un especial sistema de impuestos que expolia al resto de la nación española, conocido como “cupo vasco”, es mucho más práctico que pretender realmente una independencia que obligaría a lo que ellos llaman ridículamente Euskadi a vivir por sus propios medios y sin recibir privilegios económicos ni prebendas políticas de un Estado central a cambio de apoyar a los diferentes gobiernos del PP, PSOE y PSOE/Podemos. Si no hay sorpresas, los 10 escaños del PSE, la marca PSOE Vasca tibia con el independentismo, revalidará su apoyo a los racistas y supremacistas del PNV, hijos del perturbado Sabino Arana, para volver a formar gobierno de coalición. Otro gobierno más en el que unos casi nazis de chapela se apoyarán en estos socialistas que pusieron tantos muertos en matanzas de ETA ante la impasibilidad de esos mismos nacionalistas vascos que llamaban “nuestros chicos” a los etarras de bomba lapa y tiro en la nuca.
Por lo mismo, es decir, porque ya hay bastante independentismo ultra de ambos lados, Podemos pierde la mitad de sus escaños. En una región donde el independentismo estalinista tiene tantos cabestros adeptos, otro partido comunista como el de Pablo Iglesias está condenado a desaparecer, como a buen seguro sucederá de aquí a cuatro años.
El PSE pierde 5 escaños, quedándose en diez; y no somos pocos los que coincidimos en que el descalabro de estas dos últimas formaciones también se debe a la imagen de ineptitud y corrupción que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han transmitido desde mucho tiempo antes de formar gobierno en Madrid. Como el infame Zapatero en su ocaso, estos dos lamentables personajes se han convertido en la peor propaganda para sus propios partidos en ciertas regiones.
Si el PP ya era un partido residual en Vascongadas por empeño, obra y gracia del traidor Rajoy, auténtico factótum del hundimiento de su partido, la unión con Ciudadanos ha demostrado ser una estupidez mayor sobre la que algunos advertíamos desde hace mucho tiempo. El Partido Pusilánime jamás levantará cabeza en Vascongadas porque el capital humano que tuvo hace 20 años y que Rajoy asfixió para librarse de los aznaristas no se repetirá entre las jóvenes generaciones de blanditos peperos seguidores del globalismo de Soros. Y Ciudadanos… Ciudadanos ya no ofrece otra imagen que la de formación política en liquidación que busca su sitio a ciegas para que sus gerifaltes no pierdan sus abultados sueldos salidos del bolsillo de los contribuyentes. En semejante situación, el partidito naranja no parece tener otro futuro que ser tragado por el PSOE o por cualquier otro partido que George Soros disponga.
La revelación del día la protagonizó Vox consiguiendo un escaño. Reconozco el valor de apoderados, candidatos y asistentes a los mítines de este partido en un ambiente tan hostil, pero no pierdo de vista que Vox es precisamente otro partido más del sistema que ya ha demostrado en muchas ocasiones el verdadero fondo de sus líderes, entre los que la libertad ya comienza a ser una palabra incomoda y para quienes la nostalgia de un tiempo pasado brilla más cuanto más se radicaliza el discurso de su creciente sector falangista. La nueva diputada de Vox tendrá que demostrar a diario las agallas que le faltarán a tanto diputado cómplice con la sangrienta y trincona mafia vasca del terror y el expolio, y eso la honrará. Pero flaco favor hará a España participando de un sistema en el que ni un solo partido está por la verdadera democracia y en el que los problemas que más acucian a nuestra nación se ignoran mientras las castas privilegiadas siguen siendo las grandes favorecidas.
En Galicia el Partido Popular, otro de los principales pilares en los que se apoya la partitocracia corrupta que parasita a la nación bajo las órdenes del sector financiero, institucional y religioso, ha obtenido 41 sobre 75 escaños. Mayoría absoluta de nuevo; con lo que el nacionalismo apenas disimulado de Feijoo, que aborda la segregación lingüística del mismo modo que en otras regiones lo hacen los independentistas catalanes y vascos, mantendrá en pie el teatro del engaño en el que tanto militante y simpatizante pepero se entretiene creyendo que un partido conservador y español gobierna en Galicia, mientras el independentismo encubierto de Feijoo y la agenda globalista del aborto y la corriente LGTB avanza a paso firme. Tal es la paradoja gallega, donde tantos votantes dicen sentirse españoles, y en realidad no disponen de opciones dentro del corrupto arco político que pueda garantizarles que ser precisamente españoles en su tierra pueda ser algo normal y natural.
El PSOE gana un escaño, situándose en 15, y los no disimulados nacionalistas/independentistas gallegos del BNG alcanzan los 19. Un tremendo incremento que se traducirá en mayores subvenciones de dinero público para mantener a sus nuevos parásitos en el parlamento local.
Y más aún que en Vascongadas, los votantes de este circo de la corrupción han terminado por admitir que, habiendo ya suficiente izquierdismo e independentismo en Galicia, otro partido sanguijuela como Podemos está de sobra absolutamente. El Partido de Pablo Iglesias ha perdido toda representación. Dicho de otro modo, a Iglesias le han echado a patadas de Galicia. Un precedente del que deberíamos tomar nota en el resto de España.
Así es como ha quedado repartido el poder corrupto en ambas regiones, y ésos son los partidos que en cada una de ellas esquilmarán a los ciudadanos mientras ellos no pongan coto a los desmanes de sus políticos. La cifras definitivas de la abstención marcan un 41,12% en Galicia y un 47,14% en Vascongadas. Porcentajes esperanzadores de insumisos al voto del sistema de partidos corrupto. 
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