Se conoció en Pontevedra una sentencia firme que espero que sirva de precedente para poner coto a la discriminación lingüística por parte de las administraciones públicas: el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 ha establecido que no es legal poner señales de tráfico sólo en gallego. Algo que es de puro sentido común.
Villagarcía: el BNG exige al gobierno local del PP que se disculpe por usar el español
El BNG tacha ‘La Coruña’ de ‘ilegal’ pero usa ‘Galiza’ en una Diputación
Efectivamente, resulta curioso el modo en el que se utilizan las lenguas minoritarias en este país, multando los catalanes por rotular un establecimiento exclusivamente en español, algo que no sucede si el idioma utilizado es el inglés o el chino mandarín; ahora en Galicia, tan cerca de nosotros, las señales de las autoplistas lucen sus indicaciones exclusviamente en gallego. No se trata, por lo tanto, de una “inmersión” lingüística, sino de una “imposición” del idioma minoritario en detrimento del español y de otras lenguas que resultarían mucho más interesantes a los alumnos de estas comunidades. Claro que, como comentábamos en otras entradas de este mismo espacio, los dirigentes de todo signo político, se cuidan mucho de que sus retoños sufran las consecuencias de su propia política, y suelen cursar sus estudios en centros privados donde el bilingüismo lo comparte el inglés con la lengua de Cervantes.
Nada tengo en contra de Galicia, donde me encanta viajar, ni de los gallegos, gente encantadora y poseedora de una gastronomía y paisajes envidiables, pero sí parece que merecen una crítica el escaso número de radicales independentistas que buscan la paja en el ojo ajeno sin ver la viga del desconocimiento que tienen delante de sus propias narices.
Gracias a http://www.outono.net/elentir/ por la idea y los enlaces.