Galletas de Avena

Por Cocinaconmarta
Hoy día es difícil encontrar galletas medio saludables o que al menos el azúcar no sea el ingrediente principal o grasas poco aconsejables como el aceite de palma. Además son aptas para alérgicos a la leche (aplv) y para los intolerantes a la lactosa.
Quería hacerle unas galletas a mi peque para variar las meriendas, aunque siempre le ofrezco fruta me gusta ofrecerle algo más como pan, tortitas, bizcocho o en este caso galletas. Y como siempre todo casero.

Lo mejor de todo es lo poco que te tarda en preparar una docena de crujientes galletas, las hice mientras preparaba el almuerzo. Tardé 5 minutos en pesar y mezclar los ingredientes y 20 minutos de horno es los que no tuve que hacer nada.
Nos han encantado a todos, mi marido incluso dudaba de que no fueran compradas! 

Si no quieres añadir azúcar puedes usar otro endulzante de tu gusto, o simplemente no añadir nada. En esta ocasión las hice con 40 gr. de panela (azúcar de caña integral sin refinar), pero la verdad es que quedaron dulces y la próxima vez probaré a añadir menos azúcar.
Para unas 12 galletas:
  • 120 gr. de avena en copos (uso los de Mercadona que son extra suaves) 
  • 40 gr. de harina
  • 40 gr. de azúcar moreno (he usado panela)
  • 1 huevo
  • 60 ml de aceite de girasol (con aceite de oliva quedan más fuertes de sabor, al gusto)
  • Una cucharadita de levadura en polvo (polvo de hornear)
  • Una cucharadita de canela molida
  • Un pellizco de sal

1. Mezcla los copos de avena, harina, levadura, canela y sal. Añade el aceite y mezcla, añade el huevo y mezcla. Mezcla los ingredientes con las manos, hasta que parezca una pasta, que estén todos los ingredientes bien mezclados.
2. Precalienta el horno a 200 grados. Forma bolitas con la masa del tamaño de una albóndiga y aplastalas con las manos, para darle la forma de galleta. No las hagas muy gruesas, un centímetro de grosor es adecuado.
3. Coloca las galletas sobre un papel vegetal o de horno. Hornea entre 20 y 25 minutos, hasta que este doradas. Deja que se enfríen y guardalas en una caja o bote cerrado para que sigan crujientes. Duran tres días (si es que no os la coméis antes!!)
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