Título: Galletas de barroAutor: Felipe García GutiérrezEditorial: Bubok, 2015Páginas: 105.
Resumen oficial.
Arrastrada por la corriente, una mujer dominicana, emprende el camino de la emigración para dejar atrás la vida de miseria económica y moral en la que ha vivido, pero al llegar a España encuentra que no todo es tan bonito como lo cuentan los que regresan, que las historias de quienes vuelven son fabulaciones, invenciones de sueños rotos con los que pretende ocultar el fracaso de su aventura.
Galletas de barro entronca con la emigración española de los años sesenta y setenta, olvidada por la generación actual pero, sobre todo, por sus protagonistas, quienes pretenden hacernos creer que sólo recuerdan los buenos momentos.
Esta novela quiere ser un homenaje a todos los que se vieron forzados a abandonar sus orígenes persiguiendo un futuro mejor. Porque quienes salieron primero, y se adaptaron a su nuevo hábitat, olvidan con harta frecuencia la miseria de la que huyeron y que muchos sufrieron las mismas peripecias que ahora desprecian. Nunca es bueno el desarraigo, pero siempre será peor creerse con más derechos por haber llegado antes.
Impresión personal.
Si la temática de la novela me ha gustado considero que podría haberse sacado más jugo a la misma. Toda esta narrada en primera persona por la protagonista, una inmigrante dominicana que llega a España, presa, sin saberlo, de una mafia que la esclaviza hasta que pueda devolver la deuda en que ha incurrido. A veces no he tenido la sensación de leer una novela, sino más bien una especie de crónica o incluso, en ocasiones, un ensayo.
Por otro lado, creo que la novela, en general, necesita un arduo proceso de corrección ortográfica. A veces he pensado que el rico vocabulario del país de la protagonista era lo que provocaba esa manera de escribir. Pero salvando ese vocabulario tan peculiar, he detectado algunos errores en la puntuación, acentuación e, incluso, alguna falta/error ortográfico.
En conclusión, no es que no me haya gustado la novela. La temática de la misma siempre me gustará por sus connotaciones sociales, pero creo que podría habérsele sacado mucho más jugo a la temática y a la historia de la protagonista para que me llegara a llenar y, sobre todo, para que hubiera llegado a sentirla tan dentro como la situación de injusticia requiere.