Durante este mes, cada domingo vemos pasar un montón de niñas con su vestido blanco, y chavales vestidos de marinero (algunos, incluso, de almirante!!). Taaaan guapos, con sus trajecitos impecables, muy contentos por ser los protagonistas del día...
Y es que cuando uno tiene ocho años se ilusiona por todo: estrenamos ropa y zapatos, nos peinan guapos, y lo celebramos con toda la familia y los amigos. ¿Habrá mayor felicidad?
Pues sí, la felicidad es completa si encima nos podemos comer unas galletas taaaan guapas y taaaaan ricas como éstas!!
La base de los trajecitos y las caras los hemos hecho con fondant, recortadito a mano pieza a pieza, y encajándolas con mucha paciencia.
Para hacer los coloretes utilizamos colorante en polvo, dándole unos toquecitos con la ayuda de un bastoncillo de algodón.
Para comerlas a nadie le hicieron falta instrucciones, eso ya nos sale solo, jajaja