Del mismo modo que hice las Galletas de Gelatina de Sandía he hecho estas de naranja.
Aunque no son tan bonitas como las anteriores, ni se parecen exactamente a las rodajas de una naranja, si tienen un auténtico sabor a naranja y están buenísimas!
Ingredientes
2 huevos
250 grs. de mantequilla en pomada
300 grs. de azúcar
1/4 cucharadita de sal
2 sobres de gelatina sabor Naranja (Royal)
500 grs. de Harina
Colorante en polvo o en pasta color naranja
Ralladura de una naranja
Chips de chocolate Blanco
En un bol mezclamos con varillas los huevos con la mantequilla, el azúcar y la sal.
Añadimos los dos sobres de gelatina en polvo y un poco de colorante naranja mezclando ya con la mano bien limpia y vamos añadiendo poco a poco la harina.
Corregiremos la intensidad del color añadiendo más colorante si es necesario.
Una vez toda la masa bien mezclada y de color uniforme, separamos 300 grs.
La masa restante la dividimos en dos montones iguales y hacemos dos cilindros gordos según el diámetro que queramos para nuestras galletas.
Apretaremos bien los extremos de los cilindros hacia el centro y rodaremos varias veces sobre la mesa de trabajo para que no queden huecos en el interior.
Envolvemos cada cilindro en papel film y guardamos en el frigo.
A los 300 grs. de masa que hemos apartado, les añadiremos la ralladura de una naranja y un poco más de colorante naranja para simular la piel que es más oscura.
Mezclamos bien y corregimos intensidad del color si es necesario.
Dividimos la masa en dos montones iguales
Colocamos cada una de las dos masas entre dos hojas de papel film ó papel de hornear y con ayuda de un rodillo daremos forma a cada una de rectángulo.
El tamaño será el necesario para envolver cada uno de los dos cilindros.
Sacamos los cilindros de la nevera y del papel film.
Envolvemos con cuidado cada uno de ellos con los rectángulos de masa más oscura ayudándonos con el papel de hornear apretando ligeramente.
Rodamos un poco por la mesa de trabajo y volvemos a dejar en el frigo bien envueltos otra vez con papel film.
Transcurridas un par de horas, sacamos del frio, rodamos un poco los cilindros y desenvolvemos.
Cortamos rodajas que iremos depositando sobre la bandeja cubierta con papel de hornear.
Horneamos a 180 grados durante 12/14 minutos, sacaremos apenas empiezan a dorar por los bordes.
Colocaremos pequeños chips de chocolate blanco presionando ligeramente ahora que aún están blanditas las galletas simulando pepitas.
Dejaremos enfriar completamente para que endurezcan.
Oye! Qué ricas!