Galletas de jengibre y cardamomo

Por Juan Fran @ZasOlla
Como cualquier amante del té soy fan de las galletas para el té. No es que me las coma a capazos (en gran cantidad, para los que no seáis de campo), pero una o dos galletas le dan muchísimo juego al té. No sé si recordáis las galletas imperiales, con su superglaseado de limón, si no os acordáis estáis tardando en ver la receta. Las galletas que hoy os traigo es bastante menos trabajosa que la receta de las galletas imperiales, y son totalmente diferentes en cuanto a sabor, pero están buenísimas.Ingredientes
  • 250gr de harina para bizcocho (o harina normal con una cucharadita o dos de levadura química)
  • 110 gr de mantequilla empomada
  • 120 gr de azúcar blanco (en algunos sitios he visto que usan azúcar moreno)
  • Miel
  • Jengibre fresco o en polvo
  • Canela
  • Clavo
  • Cardamomo en grano o en polvo
  • Sal
  • 1 huevo

PasosLo primero que vamos a hacer es mezclar todos los ingredientes secos, la harina, con el azúcar, unos 20 gr de jengibre fresco rallado (o una cucharadita de jengibre en polvo), media cucharadita de canela en polvo, otra media cucharadita de clavo y dos cardamomos triturados en el mortero (o media cucharadita de cardamomo en polvo). Añadid un poco de sal. Ahora incorporad la mantequilla empomada (fuera del frigorífico para que se ablande), el huevo y una cucharada sopera de miel.Ahora viene la mejor parte de todas: amasar. Con las manos id mezclando todos los ingredientes hasta que tengáis una masa uniforme y que no se pegue en las manos. Tendrá un color amarronado. Después de que la masa deje de pegarse tendréis que trabajarla durante unos cinco o diez minutos, para que todos los ingredientes se integren bien. Lo que yo hago es ir desgarrando la masa de vez en cuando. Al principio la masa se separa muy fácilmente, y pueden verse los granos de azúcar sin problemas, pero como nosotros queremos una masa   de calité vamos a seguir amasando  hasta que a la masa le cueste separarse un poco, conforme lo vayáis haciendo me entenderéis. En este punto  los ingredientes estarán mejor mezclados. Ahora hay que dejar reposar la masa sobre media hora.Pasado este tiempo poned el horno a 180ºC para que vaya cogiendo temperatura. Estirad la masa con un rodillo (o con lo que os dé la gana, yo uso una botella de vino vacía) hasta que tengáis un grosor de medio centímetro.   Pasamos ahora a cortar la masa. Podéis usar un cortador de pasa o cualquier cosa que os pueda servir  para darle forma a vuestras galletas, también podéis cortarla con un cortador de pizza, por ejemplo.  Cuando tengáis todas las galletas cortadas ponedlas en una bandeja de horno con papel vegetal y podréis introducirlas en el horno a 180ºC durante 10 minutos aproximadamente. Aquí  os digo lo de siempre, en todos los sitios en los que he buscado recetas pone 10 minutos, en mi horno tardaron 12, por lo que id echándole un ojo cuando lleven 8-9 minutos, por si las moscas. Cuando los bordes de las galletas estén dorados  podréis sacar las galletas y dejar que se enfríen tranquilamente para poder devorarlas.
Enjoy!