Ya sabeís, los que me seguis habitualmente, de la pasión que hay en mi casa por las galletas de limón...y mientras estaba ojeando el libro que se había quedado abandonado en un rinconcito…encontré una receta genial, para variar un poquitito las galletas de limón, que siempre estoy haciendo, porque en casa no pueden faltar….
Y si mi casa no huele un día a limón al entrar…es que os habéis confundido de sitio…porque siempre siempre siempre tiene que oler a galletas de limón, o al menos esa es la impresión que me da a mí…Pero siempre la misma receta me aburre hacerla, aunque los que la disfrutan estén encantados, y temblaban pensando en la posibilidad de que pudiera fracasar el experimento, y tuvieran que renunciar, esta semana, a sus galletas preferidas.
Pero no fue así…sino todo lo contrario, de hecho creo que esta va a ser la nueva receta de galletas de limón que se repita una y otra vez en mi casa…
El libro no puede faltar entre vuestros libros de cocina, es un clásico, y os puedo asegurar que siempre viene bien tenerlo a mano
Vamos a por la receta:
Ingredientes:•250g de harina.•125g de mantequilla a temperatura ambiente.•65g de azúcar.•1 huevo mediano.•Ralladura de la piel de un limón.•Una pizca de sal.•2 cucharaditas de zumo de limón.•Tableta chocolate blanco (yo utilizo Nestlé Postres Blanco)
Preparación:
Batimos la mantequilla y añadimos el azúcar y la ralladura de limón y seguimos batiendo.
Añadimos el huevo y el zumo de limón y mezclamos bien.
Añadimos la sal y la harina previamente tamizadas.
La masa es un poco pringosa (más que la de las galletas de mantequilla, que normalmente uso para decorar), así que al principio costará despegarla de las manos, pero tenemos que conseguir amasar y amasar hasta conseguir una bola.
Ponemos la bola entre dos papeles de horno, aplastándola con un rodillo de niveles hasta que quede de 1cm de grosor aproximadamente.
Dejamos la masa 1 hora en el frigo.
Precalentamos el horno a 180º y con un cortapastas, cortamos la masa y vamos colocando las galletas en un papel, sobre la bandeja del horno. No crecen, por lo que la separación no es importante, aunque es mejor dejar hueco para que no se peguen.
Horneamos durante unos 12 minutos a 180º y las sacamos cuando empiecen a dorarse.
Dejamos enfriar en la propia bandeja del horno (si las movemos nada más sacarlas, seguirán blandas y se partirán).
Una vez frías las pasamos a una rejilla.
Fundimos el chocolate blanco al baño maría. Una vez fundido, empezamos a bañar nuestras galletas hasta la mitad.
Después las dejamos secar sobre un papel de horno.
Una vez frías y solidificado el chocolate, están listas para comer!! Y date prisa en probarlas, porque vuelan!!!
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