Que he utilizado (para unas 15 galletas):
100 gr. de harina de repostería
2 gr. de bicarbonato de sodio
50 gr. de azúcar moreno
80 gr. de cocktail de frutos secos picados (nueces, pasas, orejones, pipas de calabaza, almendras)
120 gr. de mantequilla
pizca de canela molida (unos 0´5 gr.)
Como lo he hecho:
En un bol he mezclado y tamizado la harina con el bicarbonato. He reservado.
En otro bol he mezclado con la batidora eléctrica la mantequilla pomada con el azúcar hasta conseguir una pasta cremosa. He ido añadiendo la harina poco a poco y mezclando con la ayuda de una espátula en cada adicción. Una vez integrada toda la harina le he añadido los frutos secos y los he mezclado suavemente con la espátula. He metido la masa en una manga pastelera y le he cortado la punta lo suficientemente grande como para que pueda salir la masa sin problemas al llevar los trocitos de frutos secos.
He forrado con papel de horno una bandeja de horno y he ido haciendo montoncitos de masa sobre el papel, dejando bastante distancia entre unos y otros ya que la masa se expande mucho una vez esta en el horno.
Las he horneado a 200ºC durante 10-12 minutos, hasta que se han dorado. Las he retirado del horno y las he dejado enfriar en la bandeja, ya que son unas galletas muy frágiles al llevar tanta mantequilla, por lo que no hay que tocarlas hasta que no estén completamente frías y con mucho cuidado ya que son muy quebradizas.
Y este es el resultado:
Bueninisimas, para chuparse los dedos.