Hace mucho tiempo, después de visitar varios blogs dedicados a ello, que tenía muchas ganas de hacer este tipo de galletas ya que me parecen muy divertidas. Aunque hay personas que hacen verdaderas maravillas mi capacidad creativa es muy limitada y mi destreza manual también, pero en fin, he conseguido hacer unas galletas decoradas y como han sido las primeras no seré demasiado dura con mi valoración.
El fondan (por si alguien no lo sabe) es una pasta de azúcar, glucosa, manteca, colorantes, etc... muy manejable con la que se pueden decorar galletas o cubrir tartas y hacer, como ya he dicho antes, verdaderas maravillas. Se puede hacer en casa pero yo lo he comprado ya preparado y francamente es una gozada trabajar con él; es como manejar plastelina y recordar tiempos pasados. Otra cosa es el resultado, es tremendamente empalagoso y para alguien como a mí que el dulce me gusta lo justo pues me parece demasiado cargante, pero como todo eso va en gustos.
Ingredientes (para muchas galletas)
- 500 gr harina
- 250 gr mantequilla pomada
- 125 gr azúcar glass tamizado
- Una clara de huevo
- Aroma de vainilla, anís u otro sabor al gusto (opcional)
Sacamos la masa y la vamos estirando con un rodillo hasta que quede de un grosor de medio centímetro (yo hice varias porciones de masa para manejarla mejor), cortamos las galletas con un cortapastas y las vamos poniendo en una bandeja de horno. Horneamos en el horno precalentado a 180º durante 10-12 minutos. Podemos ir llenando bandejas pero teniendo la precaución de mantener cada bandeja de galletas en la nevera mientras se hornea la anterior.