Inspiradas en las galletas alemanas Lebkuchen, he utilizado miel en lugar de la oscura melaza habitual en este tipo de pastas.
De sabor peculiar y agradable debido a las especias, nos evocan tardes frías de invierno atrapados en casa con una bebida caliente.
Aún no han llegado las bajas temperaturas, pero mejor estar preparados, no?
Ingredientes
150 grs. de membrillo casero
75 grs. de mantequilla fria
100 grs. de azúcar moreno
1 pellizco de sal
1/2 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de jengibre molido
1/4 cucharadita de clavo molido
1/4 cucharadita de nuez moscada rallada
75 grs. de miel
1 huevo
1 cucharadita de levadura en polvo tipo Royal
300 grs. de harina
Para el acabado final
azúcar para rebozar
almendras fileteadas
En un bol rallamos las mantequilla y el membrillo de manera gruesa (por la parte de los agujeros grandes del rallador)
Añadimos todos los demás ingredientes y mezclamos todo hasta obtener una masa no pegajosa y manejable.
En un plato llano echaremos azúcar
Vamos cogiendo porciones de masa, redondeamos entre las manos y aplastamos contra el azúcar del plato.
Las iremos colocando sobre la bandeja cubierta con papel de horno un poco separadas entre si.
Decoramos por encima con unas almendras fileteadas.
Horneamos a 180 grados durante 12 minutos aprox. hasta que se doren sin pasarse.
Sacamos, dejamos enfriar un poco y listas !
Quien va a esperar que bajen las temperaturas?