Los colores que tornan en otoño son tan entrañables, los parques se llenan de hojas secas, con sus verdes pardos, esos ocres... me hacen sentir sensible y me dice que pronto llegará el invierno, mi estación favorita.Estas galletas son un vivo reflejo de lo que me trasmite el otoño y las quiero compartir con todos ustedes.
PREPARACIÓNEn un bol ponemos la mantequilla que deberá estar a punto pomada y le incorporamos el azúcar, la vainilla y la canela. Batimos con una cuchara de madera hasta que esté una crema homogénea. Le añadimos el huevo, la sal y mezclamos hasta integrar bien. Le vamos añadiendo a poquitos la harina tamizada y la almendra molida, formamos una bola. Tapamos con papel film o la guardamos en una bolsa de plástico y la dejamos reposar un par de horas en la nevera.Precalentamos el horno a 180º C. Cubrimos la bandeja del horno con papel vegetal.Estiramos la masa, entre dos hojas de papel vegetal, dejándola de un grosor no más de 1 cm. Cortando la masa con el cortapasta redondo u ovalado y las ponemos sobre la bandeja. Tras limpiar y secar bien las hojas que vayamos a utilizar, las ponemos sobre la masa cortada y presionamos ligeramente para que se marque el contorno y todos los nervios de la hoja, con un bolillo de doble punta redonda.Horneamos 12-13 minutos. Dejamos enfriar sobre una rejilla.Pintamos cada galleta a nuestro gusto utilizando colorantes alimenticios. Dejamos secar.