Galletas Imperiales (Empire biscuits)

Por Juan Fran @ZasOlla
Aunque no nos guste nada ya estamos en Septiembre. Ese maravilloso mes en el que se van las vacaciones (¿por qué Señor, por qué?). Para afrontar este cambio de mes voy a dejaros una receta para que cojáis fuerza en cantidades industriales. Hace unos cuantos meses estuve en Escocia de viaje de fin de carrera. Aparte de buenos momentos, y muchas fotografías, me traje un libro de cocina típica escocesa. De entre todas las recetas que había (no sufráis que ya tengo varias fichadas) hubo una que nada más leer el nombre se me metió en la cabeza: Galletas Imperiales. El nombre de por sí tiene mucho morbo… galletas IMPERIALES, no sé, a mí me llamó mucho la atención.  La receta está tirada, y las galletas están para caerse de espaldas con los ojos abiertos.
Ingredientes (para veinte galletas)
  • 150 gr de mantequilla/margarina empomada
  • 50 gr de azúcar
  • 200 gr de harina para bizcocho (con gasificante)
  • Mermelada de frambuesa
  • 150 gr de azúcar glas
  •  Agua caliente
  • Zumo de limón
  • Alguna gominola o fruta escarchada

PasosManos a la masa. Encended el horno y ponedlo a 180º C para que se vaya calentando. En un bol grande mezclad la mantequilla/margarina poco a poco con el azúcar normal hasta que tengáis una crema. Cuándo lo tengáis añadid poco a poco la harina para bizcochos, tamizándola antes. Si no tenéis harina para bizcochos podéis usar harina de fuerza con una cucharadita de levadura química. Mezcladlo todo bien hasta que tengáis una masa. Aquí llega la discordia. Según mi libro la masa no tiene que reposar, pero en otros sitios he leído que hay que dejarla reposar sobre media hora en el frigorífico, envolviendo la masa en film. Haced lo  que queráis, que salir van a salir.Cuando tengáis la masa lista extendedla con un rodillo o con las manos hasta que tengáis un grosor de medio centímetro más o menos. La masa es un poco quebradiza, no os estreséis. Con un cortador de galletas, o con un vaso cortad las galletas. Yo preferí hacer bastantes galletas pequeñas en lugar de galletas grandes, eso lo dejo a vuestra elección. Colocad las galletas en una bandeja de horno con papel vegetal y metedlas al horno durante unos 10-15 minutos. Las galletas tienen que quedar un pelín doradas, pero tampoco mucho. Cuando estén cocidas sacadlas y dejad que se enfríen. A mí personalmente me gusta dejar que se enfríen sobre una rejilla, para que no resuden por debajo.
 Una vez estén frías, tendréis que ponerle un poco de mermelada de frambuesa a una galleta y taparla con otra galleta (el término en inglés  es “Sandwich each biscuit together with another”, me hizo bastante gracia). Dejad todas las galletas listas para glasearlas. En un bol tenéis que poner una cucharada sopera de agua caliente,  e id añadiendo el azúcar glas poco a poco, tamizándolo para que no salgan grumos. Añadid un chorro de limón para darle un toque fresco. Si la mezcla se queda un poco pastosa añadid un poco más de agua (que lo más seguro es que tengáis que añadir más agua) poco a poco hasta que tengáis una textura cremosa. Ahora con una cuchara pequeña añadid esta crema por encima de las galletas junto con un trozo de fruta glaseada (he visto en muchos sitios que ponen cerezas confitadas troceadas), o gominolas. Yo no tenía ninguna de las dos cosas, y cómo no tenía ganas de ir al super (otra vez)  les puse un poco de mermelada de frambuesa en el centro. Dejad que el glaseado se solidifique y podréis coméroslas (o devorarlas, eso ya cómo veáis).

Enjoy!