Galletas Integrales con Amaranto, Naranja y Chocolate

Por Aranchawp @MeigayCaldero
Me gustan muchísimo la galletas, como ya habéis podido comprobar por las recetas de este blog y, si son integrales, mucho más. Así que hoy os propongo una nueva receta de galletas, esta vez con una novedad, el amaranto. El amaranto es un cereal con unas excelentes propiedades nutritivas que, además, está riquísimo. A este cereal les sumamos otro sumamente saludable, la avena. Y para darle un sabor elegante y redondo, le añadimos la naraja y el chocolate. Suena bien, ¿verdad?

Amaranto inflado

Amaranto (planta). Autor: Kurt Stüber


Pues ahora que ya os he puesto los dientes largos, vamos con la receta:
Ingredientes
25 grs. de amaranto inflado
75 grs. de copos integrales de avena
100 grs. de harina integral de avena 
60 grs. de azúcar integral de caña 
1/2 sobrecito de levadura química
20 grs. de pistachos 
25 grs. de perlas de chocolate negro de cobertura 
1/2 naranja
8 cucharadas de aceite de oliva virgen
1/2 vaso de leche de avena
1 chorrito de zumo de naranja1 pedacito de cáscara de naranja
1/2 cucharadita de canela
1 pizca de sal
Notas sobre los ingredientes
  • Si queréis eliminar los copos de avena, no sustituyáis todo su peso por el amaranto porque, al estar inflado ocupa muchísimo espacio. Si lo hacéis, tendréis que incrementar la cantidad de aceite y de leche de avena, además de tener una ingente cantidad de masa para hornear.
  • Podéis utilizar otros tipos de harina o de leche, aunque la mezcla de la harina, copos y leche de avena junto con el amaranto le dan un rico sabor a las galletas, además de ser muy digestivas y de tener mucha (mucha) fibra.

  • Si no os gusta la naranja, podéis sustituirla por fresas. Si os decidís por esta fruta, os recomiendo que cambiéis los pistachos por nueces y no le pongáis ni cáscara de naranja ni zumo.

  • A la hora de pelar la naranja, tened cuidado de retirar toda la piel blanca que la recubre o le dará un sabor y una textura poco agradables a las galletas.

    El chocolate rallado también es una  opción

  • Al cortar la cáscara de naranja, tened cuidado de cortarla antes de llegar a la parte blanca. La parte naranja de la fruta es la que contiene todos los aceites esenciales y todo su perfume, que es lo que queremos obtener. La parte blanca sólo le aporta amargor.
  • Estas galletas no quedan muy dulces así que, si sois muy golos@s o si hay niños en casa, os aconsejo que le añadáis un poco más de azúcar o que las perlas de chocolate sean con leche
  • Si no tenéis a mano perlas de chocolate, podéis rallar chocolate en pastilla; también servirá.
Preparación
Pelad la naranja y cortadla en cuadraditos muy pequeños. Mejor con un cuchillo bien afilado, para no aplastar o rasgar la fruta. Acordaos de apartar una tira de cáscara de naranja que cortaréis en una juliana o dados muy, muy pequeños. Reservadlos.
En un bol poned la harina y los copos de avena, el amaranto, la levadura, el azúcar, la canela, la sal y los pistachos. Añadidle el aceite y la leche de avena y mezcladlos con el resto de los ingredientes. Podéis usar una cuchara, la mano o unas varillas de amasar eléctricas.

La masa debe quedar con la textura de la masa de croquetas, así que, si véis que os ha quedado muy espesa (que es lo más habitual), incorpóradle el zumo de naranja para que humedezca la masa hasta que adquiera el punto justo.
Una vez lista la masa, añadidle la naraja en daditos, la cáscara en juliana y las perlas de chocolate. Mezcladlas con cuidado para que no se deshagan, lo que se busca es que encontremos los tropezones de fruta y chocolate en la galleta, como si fuesen cookies.
Poned papel de horno en una bandeja e id poniendo bolitas de masa ayudándoos de una o dos cucharitas de café.
Con una cuchara humedecida, id dándole forma a las galletas. Dejadlas finitas, para que queden más crujientes. No hace falta que os esmeréis demasiado de darles una forma perfecta, el toque casero le da una cierta gracia.
Si vais a hacerlas en el horno tradicional, precalentadlo a 180º (si es con ventilador, mejor) y luego horneadlas 20 minutos apróximadamente a la misma temperatura. Tanto la temperatura como el tiempo de cocción son orientativos, cada horno tiene su propia personalidad y cada persona tiene sus preferencias, a unos les gustan más blanquitas y a otro más doradas.
Si las vais a hacer en microondas, poned las galletas 2 minutos y medio a 850W en la opción micro+grill  y utilizad la bandeja doradora. Luego dadles la vuelta y dejadlas hornear 1 minuto y medio más. Como en el caso del horno tradicional, potencia y tiempo son orientativos, así que, id probando hasta que veáis que la galletas están en su punto: doradas por ambas caras y esponjosas al tacto. Única pega: tendréis que hacer varias hornadas porque son más pequeños que los hornos tradicionales.
Sacad las galletas, que estarán ya doradas y no os apuréis porque las veáis algo blanditas, en cuanto se enfríen se quedarán crujientes. Dejadlas reposar en una bandeja con un papel de cocina para que absorba cualquier resto de humedad.
Con esta proporción de masa tendréis para preparar unas 24-26 galletas del diámetro de un vaso de yogur. Aunque parecen muchas, desaparecen tan rápido, que esta cantidad de masa se os quedará corta enseguida.
Podéis conservarlas en una lata en el exterior o en un tupperware en el frigorífico, sólo tendréis que sacarlas un rato antes de consumirlas para que no estén frías (os durarán más tiempo), o calentarlas en el horno unos instantes.
Y, ahora, ya podéis disfrutarlas. Veréis como no podéis comer sólo una...


Nota: acompañadas de un té de canela rozan casi la perfección :)