Además, ya me la había cruzado unas cuantas veces. Y realmente sonaban tan, pero tan simples...
Así que fui, compré las almendras fileteadas, y me decidí a hacerlas.
Y realmente, son tan fáciles, que creo que las voy a estar haciendo todos los fines de semana del fresco invierno!
Son una sutileza. Si están esperando la contundencia de una chocolate chip o una galletita de manteca, éste no es el camino. Y por un lado es un problema.
Tan fáciles, pero a la vez tan suaves, crocantes, aireadas... sutiles... que te comes las dos docenas sin respirar. Un verdadero problema.
Pero es una receta para aprenderse de memoria y sorprender con una rica merienda en menos de media hora! Casi magia!
También quise probar, siendo una receta tan fácil, de volver al ataque con los videos. Además me sirve de práctica para tomarle la mano a algunos proyectos que tenemos medio ahí con P.
Ya veremos si la práctica sirve de algo... Por ahora me conformo con haber podido dejar la cámara fija y haber podido editar todo lo "extra". Era de noche, la luz se reflejaba en el mármol, y eso no tiene salvación... Pero como práctica, creo que me salió bastante potable, no?
Hay una receta!