Esta vez, saladas. Y si son saladas, generalmente son de queso. Porque nada más rico que galletitas de queso.
El mes pasado se me pasó de largo la receta de Dorie para #cookiesandkindness. Pero casi que adivine, e hice algo muy parecido con estas galletitas de Adler adictivas.
Pero nunca está de más otra orneada de galletitas de queso. Nunca jamás.
Así que no me importo casi repetirme, y me fui de compras.
Me confundí al comprar el queso. Agarré el más barato y el que más me rendía en cantidad. Y adentro de la cajita apareció un queso semi duro, cuando tenía que ser un queso blando o semi blando... Eso por andar a las corridas y no mirar. La solución: rayar el queso, entonces se integra mejor con la manteca y el resto de los ingredientes.
Probablemente con el queso blando quedan unas galletitas más tiernas y menos crackers, pero definitivamente no se le hubiesen hecho esos globitos "quesudos" maravillosos.
Hay tantas recetas para probar, que no creo que las repita con el queso blando. Si alguien las prueba, me cuenta!
Hay una receta!