Galletitas saladas de pasta quebrada

Por Chefmanu
Suelo tener siempre en la nevera o congelador una bolita de pasta quebrada esperando a darle trabajo en alguna receta y lo que me encanta es la sencillez de su preparación!!
Bien, esta peculiar masa tiene su origen en Francia donde la conocen como pâte briseé, aquí se le llama pasta quebrada, masa quebrada o pasta brisa. Recordad que la preparación dependerá de según que plato vayamos a cocinar, pues nos vale tanto para la cocina (en entrantes, quichés, base de pasteles de carne o pescado... añadiendo un poco de sal u otros ingredientes aromatizantes tales como hierbas aromáticas, queso rallado...), como en repostería (tartaletas dulces, base para tartas de frutas... etc).
Muchos de mis compañeros de profesión no se ponen de acuerdo en la versión original; hay mucha discursión en torno a su elaboración. Incluso algunos pasteleros franceses de renombre cuentan que existe la diferencia entre la masa quebrada que se elabora con huevo y la pasta brisa no lleva... en fin! A mí desde siempre me enseñaron que es lo mismo y la incorporación de huevo a la masa es simplemente para aportar un poco de elasticidad y algo de sabor, pues si no lo llevase quedaría mas quebradiza... Ok, quizás entonces en su origen no llevaba?? ummm que lío, jejeje bueno chicos/as lo dicho, este ingrediente lo suelo poner casi siempre porque me gusta, pero lo podéis quitar... Eso sí, habrá que añadir un pelín de agua o leche para sustituir la humedad del huevo y volverla mas manejable!! ;)
Ingredientes:
300 grs. de harina de trigo
150 grs. de mantequilla en dados
Un pellizco de sal
1 huevo ecológico
Ralladura de 1 limón (opcional)
Para acompañar:
Rojadas de queso rulo de cabra (buché de cabra)
Mermelada al gusto
Elaboración:
En un cuenco agregamos la harina tamizada, así evitaremos que haya algún posible grumo o impureza no deseada y mezclamos con la mantequilla con ayuda de los dedos hasta ver que se va formando una textura similar a migas de pan. Ahora agregamos la sal, ralladura de limón y el huevo mezclando ligeramente todo.
Cuando veamos que la masa está homogénea, sacamos a la mesa de trabajo o encimera enharinada, dándole un suave y delicado amasado (no tenéis que amasar como se fuese pan, porque la mantequilla se volvería demasiado oleosa y podría estropear la masa quebrada). Hacemos una bola, cubrimos con papel film y dejamos reposar en la nevera como mínimo 2 horas para que tome consistencia.
Pasado este tiempo, precalentar el horno a 200º C y estirar la masa con el rodillo hasta dejarla de 1 cm de grosor aprox. Con un cortagalletas, corta pastas o cuchillo hacemos diferentes formas de pequeñas galletitas saladas y pinchamos con un tenedor varias veces, así evitar que suban durante la cocción. Después las iremos colocando sobre la bandeja de hornear forrada con un pliegue de papel vegetal y hornear por tandas a 180º C unos 20 min.
Conforme vayan saliendo del horno y con cuidado de no quemaros, colocamos encima de nuestras pequeñas galletitas una rodaja de queso de cabra y una cucharadita de mermelada al gusto. Servimos templadas!!

Nota: La mermelada que he usado para la receta es mermelada de tomates casera y en cuanto llegue la temporada os cuento como la preparo en casa, estupenda para este tipo de preparaciones junto con un pellizco de orégano seco.