A pesar de su desgraciada malformidad, sobresalió por que tenía buena memoria y hacía las veces de despertador para sus vecinos.
Era hijo del matrimonio conformado por el gallo Claudio y Eli, el elefante de Pocoyó. Nació de una forma muy extraña, una mitad en huevo y la otra en parto natural de los mamíferos. Lo más raro es que su parte pollo nació como los mamíferos y su parte elefante en un huevo.
De niño nunca pudo jugar con sus compañeros de colegio puesto que si jugaba con los elefantes, le pisaban la parte pollo y si jugaba con los pollo, era él el que los pisaba a ellos. A partir de entonces, el coraje y la valentía para sobreponerse a su atroz mezcla serían las constantes que definirían su vida.
Su madre se empeñó en que asistiera a la escuela. Muchas personas se agrupaban en la calle para observarlo y a una mitad le tiraban alpiste los viadantes y a la otra cacahuetes, hecho que hizo que su madre lo llevara y trajera personalmente del colegio.
Su madre murió de una cagalera aguda cuando él era aun pequeño. Tiempo después, su padre se volvió a casar. Su madrastra y hermanastros no lo aceptaron y, además de las vejaciones continuas que le propinaban e ignorando todas las dificultades que le ocasionaban ser mitad pollo y mitad elefante, le exigieron que trabajase y ganase dinero para contribuir al sustento de la familia.
Le reprochaban continuamente que se escudaba en sus malformaciones para no tener que trabajar. Su madrastra solía quitarle el plato de alpiste cuando todavía estaba a medio terminar recriminándole que, con lo poco que aportaba al hogar, lo que se había comido era mucho más de lo que merecía.
Finalmente, la insoportable presión familiar, hicieron que se marchara de casa para siempre llevándose sus pocas pertenencias: un saco de cacahuetes y otro de alpiste.
Se prostituyó para poder operarse y cuando reunió suficiente dinero, le operaron de la trompa de elefante. Exhibirse en las ferias ambulantes de la época, era la única salida para él, aunque no le gustaba la idea hasta que dio el salto a la fama como mascota del concurso televiso español Juego de niños.A partir de entonces, con los derechos de imagen y demás, se pudo permitir todo tipo de lujo y putas a tutiplén.
Finalmente murió por que la parte pollo le gustaba mucho empinar el codo y como compartían el riñón se murieron los dos.