La mayoría de los lectores habrán encontrado decenas de evidentes referencias en la novela de Pizzolatto: Hammet, Ellroy, Eastwood, Wenders, Peckinpah, Tarantino, Huston, Ford… Es más, en el arranque de Galveston nos encontramos con una serie de personajes y situaciones que ya hemos leído y contemplando en multitud de ocasiones, como uno de esos estribillos que creemos haber escuchado con frecuencia en el pasado, como un eco de la infancia. Pizzolatto se entrega a los tópicos, a los símbolos, para posteriormente interpretarlos a su manera. Demostrándonos el autor que tal vez ya estén contadas todas las historias, pero que aún es posible contarlas de diferentes maneras, transformándolas en nuevas historias. Y, sobre todo, Pizzolatto consigue que nos sintamos dentro de sus personajes. Que nos duelan los golpes que reciben, que padezcamos con semejante frialdad la soledad, la distancia, el desprecio, el desapego… Esta capacidad para introducirnos y secuestrarnos en su juego es la gran habilidad que Pizzolatto despliega en Galveston. Complicidad, emoción, tensión a raudales, en una primera novela que marcará, sin lugar a dudas, el comienzo de una brillante trayectoria literaria.La Tormenta En Un Vaso
La mayoría de los lectores habrán encontrado decenas de evidentes referencias en la novela de Pizzolatto: Hammet, Ellroy, Eastwood, Wenders, Peckinpah, Tarantino, Huston, Ford… Es más, en el arranque de Galveston nos encontramos con una serie de personajes y situaciones que ya hemos leído y contemplando en multitud de ocasiones, como uno de esos estribillos que creemos haber escuchado con frecuencia en el pasado, como un eco de la infancia. Pizzolatto se entrega a los tópicos, a los símbolos, para posteriormente interpretarlos a su manera. Demostrándonos el autor que tal vez ya estén contadas todas las historias, pero que aún es posible contarlas de diferentes maneras, transformándolas en nuevas historias. Y, sobre todo, Pizzolatto consigue que nos sintamos dentro de sus personajes. Que nos duelan los golpes que reciben, que padezcamos con semejante frialdad la soledad, la distancia, el desprecio, el desapego… Esta capacidad para introducirnos y secuestrarnos en su juego es la gran habilidad que Pizzolatto despliega en Galveston. Complicidad, emoción, tensión a raudales, en una primera novela que marcará, sin lugar a dudas, el comienzo de una brillante trayectoria literaria.La Tormenta En Un Vaso