Con los años, mi madre esperaba a que yo llegara del Instituto o de la Universidad, porque sabía que me gustaba prepararlas a mí. Lo mejor es servirlas cuando todavía el aceite chisporrotea!!
Al cocinarlas es importante el orden de los ingredientes, para que las gambas no queden muy pasadas y el pimentón no se queme. Y por supuesto vigilar a los ajillos, en el momento en que pasan de dorados a chamuscados, hay que empezar de nuevo!! Amargan muchísimo...
Aunque están también muy ricas si el ajo, a quién no le guste que no se lo añada. Segurísimo que mojará pan sin parar con y sin ajo!!
Las gambas al pil pil fue una de las primeras recetas que publiqué, y ahí estaban en el olvido. Con una foto malísima y una explicación escueta, así que las devuelvo a la vida volviendo a publicarlas en un nuevo post!!
- 1 docena de gambas o langostinos
- 3 o 4 dientes de ajo
- Aceite de oliva
- Pimentón
- Guindilla (opcional)
- Sal gorda
- Una ramita de perejil
Pelamos los langostinos y picamos los ajos.
1. En una cacerolita de barro, o en una sartén pequeña si no tenemos cacerola, echamos aceite de oliva (pero no demasiado, sólo cubrimos la superficie, lo digo para no abusar, pero que cada uno eche lo que quiera!!).
2. La ponemos a calentar a fuego medio y añadimos los ajos y la guindilla, antes de que empiecen a dorarse, añadimos las gambas o langostinos.
3. No hay que dejar que los ajos se quemen porque sino van a amargar. Así que cuando estén dorados añadimos el pimentón, y apartamos la cacerolita del fuego.
4. Moviendo un poco para que el pimentón se disuelva bien, añadimos un poco de sal gorda y perejil picado por encima, y listo!!