O lo tienes o no lo tienes. Me refiero al mojo, el toque (lo digo sin ninguna ironía) cool, o como queráis llamarlo: Donald Cumming, definitivamente, lo tiene, y le saca especial partido en esta canción fabulosa que abre “Out Calls Only“, el trabajo discográfico que le ha editado Washington Square en este 2015.
El caso es que no conocía yo a The Virgins, pero habrá que ponerse a investigar: el grupo en el que Donald Cumming ejercía de cantante tuvo por lo que se ve su pequeño momento de gloria, allá por 2008, y aún les dio para editar un segundo disco de influencias nuevaoleras, cinco años después. Han pasado dos años ya desde la separación definitiva de aquella banda, y he aquí que tenemos a su antiguo líder publicando el que es su debut en solitario: un espléndido muestrario de rock setentero con alma de crooner y ademán chuleta, que si bien hace alguna concesión a su pasado más rockero muestra a un artista nuevo, y genuinamente neyorquino.
Tom Petty. Dylan (dadle una escucha a la espléndida “Shadow Tears“, a ver si hay o no Dylan). Elvis Costello, e incluso (ejem) Dire Straits: las sugerencias evocadas por la música de Cumming son múltiples, y sin embargo el artista ha sabido dar un carácter propio a las canciones, hasta el punto de que él mismo no duda en identificarlas como su trabajo más personal hasta la fecha. Además, la indiscutible pátina vintage (esa portada a lo “The Nightfly” de Donald Fagen…) no debería dar lugar a engaños: si algo desprenden estas canciones es frescura, incluso aquellas que, como “Spanish Horses“, se entregan al arrebato melódico de las baladas más clásicas.
Me quedo -con permiso de las pistas ya comentadas, o la jarviscockeriana (sobre todo en las estrofas) “Sometimes Sweet Susan“- con esta primera canción del disco: una de las más animadas del lote, y desde luego, aquella en la que Cumming deja ver con mayor claridad todo de lo que es capaz cuando cuenta con un muy soleado gancho. A seguirle la pista, que promete.