Game of Thrones - Temporada 5

Publicado el 16 junio 2015 por Jimmy Fdz

Creadores: David Benioff & D. B. Weiss


  No tengo la más mínima intención de detenerme en esta improvisada y desordenada retrospectiva de John Ford que he empezado nada más hace un par de días, pero haré una pequeña interrupción el día de hoy para escribir mis impresiones sobre la quinta temporada de la serie de moda -o una de las tantas que surgen en la era del twitter, mesías del nuevo milenio-, "Game of Thrones". Lo primero es lo primero, nobleza obliga: soy un fanático de la serie, y siempre espero lo mejor de la misma con mucha ansia. Segundo: mi vieja "Game of Thrones" ya no es lo que era, ya no es lo que era, ya no es lo que era... Tercero: lo anterior no es suficiente para describir la indignación que siento ante la peor temporada de todas, afirmación que ni siquiera alcanza a abarcar toda la ridiculez en que se convirtió la serie -podría mejorar para la sexta, vaya uno a saber...-, mala de principio a  fin, con un décimo episodio indigno y fuente de vergüenza ajena y patetismo a niveles tan pero tan superlativos. Guardo el resto para después del salto, pero una cosa antes: es una lástima ser testigo de la sistemática caída que ha tenido esta serie, considerando que la primera era oro puro... Así son las cosas.
  Qué puedo decir para que nadie sienta que le cuento todas las temporadas anteriores... vamos: los que siguen vivos -¿es un spoiler nombrar a los que no han muerto, delicadas personitas?- siguen luchando por el trono de hierro, ya sea estén en Westeros o Essos. Muchas peleas, discusiones, muertes, etc... Lo típico, pero mal hecho...

  Primera cuestión: A propósito de High Sparrow, el religioso del demonio... No entiendo cómo mierda una manga de fanáticos descerebrados y arrogantes se hicieron, virtualmente, con el control de la corona. O sea, sí, lo entiendo: desinteligencias políticas, tiros por la culata, adolescentes depresivos... El punto, mi punto, es el siguiente -por ahora, alejado de consideraciones sobre la calidad narrativo-estética de la temporada-: no hay nada peor que la altiva y arrogante humildad, esa que "te hace mejor que el otro", especialmente un noble, sólo por vestir harapos y dormir en la mierda, como si ello te diera más valía moral y humana. No importan las acciones siempre y cuando seas "humilde", etiqueta que te defiende de todo acto de maldad o impureza -palabra que no me gusta pero que uso porque el líder ese la utiliza, como todo sectario-. La cara de satisfacción de ese despreciable y abominable ser, el High Sparrow, al ver a Cersei humillada no tiene perdón de dios, precisamente porque responde a un deseo personal y no ante el cumplimiento de la verdadera justicia que tanto profesa, por lo demás deseo personal lleno de incongruencia interna: el tipo clama que todos deben responder por sus pecados ante los dioses, y sin embargo se ensaña únicamente con la realeza, con Cersei, a la cual no defiendo en lo absoluto, y deja que el populacho, probablemente plagado de más pecados -fornicación, robo, blasfemia, infidelidad, incesto...-, se regocije en su onanista deseo de ver un circo que, no obstante, no lo sacará del pozo en el que está sumido. Todo lo contrario, han alimentado a la fiera, de seguro lo único bueno que se puede esperar de la sexta temporada, aunque viendo ésta... ¿Mi punto? Que, además de tener una trama muy mal planteada y ejecutada, tiene como estandarte de la indigna calidad al peor personaje de la serie entera, nada más que un vil, ególatra y egocéntrico sectario fundamentalista a quien le importa una mierda la justicia de los dioses en que tanto se escuda. ¿Y por qué me molesta tanto, considerando que el resto de personajes son asesinos, pederastas y peores cosas? Porque se puede ver en la vida real, en todos lados: la falsa humildad, la falsa justicia, la falsa igualdad..., que intenta cortar "la cabeza de la injusticia" sin saber que sus ramas ya tiene vida propia y que seguirán esparciendo su pestilencia humana sin importar qué nueva cabeza haya. Vamos, mata al que manda, al rico... Siempre habrá otro que ocupe su lugar -y si viene "de abajo", más baba botan los tontos, y peores cosas habrán de esperar-.
  Segunda cuestión: No porque una temporada esté llena de muertes importantes y hechos impactantes significa que dicha temporada va a ser memorable o sensacional, de hecho, lo mismo es síntoma no de una escritura concienzuda y coherente sino del fenómeno de masas, aka chiste mediático de mal gusto, en que todo se ha convertido: ya no importa que la serie sea mínimamente buena, dale a las masas lo que quieren, es decir muertes morbosas y "tristes", y te ganarás más fanáticos descerebrados que seguirán alimentado al monstruo viral, deforme y sin contenido.
  Tercera cuestión: La segunda cuestión es así porque la presente temporada está escrita y dirigida peor que mediocremente. Mucho peor, mucho más bajo. Descontando los episodios sexto, séptimo y octavo que verdaderamente son grandiosos -recuerdos de tiempos mejores, un oasis en un desierto de nula calidad-, la temporada completa carece de construcción narrativa, tensión dramática, intriga argumental, etc., todo lo que en primer lugar la llevó al puesto que ocupa hoy en día. Todo nace de que no hay una coherencia interna que al menos ordene, organice el trabajo de los guionistas y directores; me explico: la primera temporada giraba en torno a la apasionante intriga real sobre la legitimidad de Joffrey Baratheon -parece chiste conocerle por tal apellido a estas alturas-; la segunda y la tercera funcionaban como una especie de resistencia de los Lannister contra el asedio de sus enemigos, primero Stannis Baratheon y luego Robb Stark; la cuarta partía del interesante misterio de un asesinato que ponía, un poco, en jaque la fortaleza política de los Lannister; ¿y la quinta? ¿Qué es, cómo funciona esta quinta temporada? Como la nada misma: nada sucede, nada pasa salvo un par de movimientos (y muertes) puntuales que a decir verdad no aportan mucho al panorama general. El décimo episodio verdaderamente fue de vergüenza ajena: primera escena, muerte; segunda escena, muerte; tercera escena, muerte... y así hasta la última escena cuya muerte no pudo haber estado peor resuelta para lo que significaba en el papel. Insisto: no porque la muerte en cuestión sea impactante -depende de tus preferencias- significa que el episodio sea sublime o qué sé yo. No porque "más cosas pasen" significa que hayamos visto más y mejor: es una ilusión que los ingenuos se tragan: "oh, pero qué temporada más genial: murieron éstos, ésos... ¡pero qué horrible y maravilloso".
  Cuarta cuestión, una conclusión un tanto redundante: "Game of Thrones" era una serie realmente sensacional, escrita con sumo cuidado y filmada de tal manera que adentrarse en los pasillos del laberinto político era asfixiante y atractivo a más no poder. Ahora, específicamente en esta quinta temporada -aunque las dos previas ya daban síntomas de agotamiento con personajes y minitramas excesivas e inútiles, cuyas presencias se justificaban por el clamor tecnosocial-, "Game of Thrones" no es más que un cúmulo de acontecimientos sin interés alguno, con nulo valor estético, pegados así a la rápida y sin, como ya dije, una coherencia interna que se sienta a lo largo de los infames episodios. Ya no está esa pulsión subyacente que le inyectaba peligro a cada escena, cada diálogo, cada mirada... Ni rastros de la inteligencia de antaño... Sólo por respeto a mí mismo y al tiempo que he empleado viendo esta serie continuaré con la sexta y séptima temporada, me parece que ya anunciadas como las últimas. Si no tuviera la fama y respeto que le precede, tiro "Game of Thrones" a la basura junto a otras mierdas como "The following" o "Tyrant", o "True Blood" si no hubiera llegado a su tardío e igual de patético fin. Y cómo olvidar "Halt and catch fire", otra mediocridad que no merece seguimiento... En fin, mejor me voy al demonio, ¿no? Después de todo, soy el tipo que ha vapuleado a "Game of Thrones" -sé que no soy el único, pero igual...