Hace unos meses fui con mi familia al Espacio Fundación Telefónica a ver la exposición Videojuegos: Los dos lados de la pantalla y la verdad es que nos dejó un poco fríos. A pesar de ser un evento gratuito con algunos elementos interactivos, creo que se quiso hacer algo tan moderno y «artístico» que quizás no reflejaba la realidad de esta peculiar industria. Todavía tenéis un mes para comprobarlo por vosotros mismos.
Cuando la Fundación Canal anunció hace unos días la apertura de Game On, la verdad es que el concepto me atrajo bastante: muchas máquinas listas para jugar, títulos clave, y un recorrido por compañías, géneros, personajes y tecnologías. Ayer pude hacer una visita y a pesar de que nos lo pasamos bien jugando con títulos de varias épocas, hubo ciertos detalles que no me terminaron de convencer.
Primeras impresiones
A pesar de que la entrada no es barata (40€ en fin de semana para una familia con dos hijos mayores de 6 años), lo cierto es que permite que no haya aglomeraciones y se pueda probar sin problemas casi cualquier juego. Además, el servicio de guardarropa es gratuito… algo que se agradece en un día frío y lluvioso para no andar todo el rato con el abrigo y el paraguas a cuestas.
Sin embargo, nada más entrar nos encontramos con algo que se repetiría después: no todas las máquinas funcionan correctamente. Un «Pong» tenía los potenciómetros mal y las paletas se movían a saltos, y un MAME proyectado se comportaba de forma irregular. Más adelante, alguna recreativa no funcionaba, otros juegos estaban con mandos que no respondían bien, en algunas máquinas antiguas se veía estática en el televisor, y en algunas ocasiones se bloqueaba la consola. Lo mejor fue cuando un «Dead or Alive Ultimate» se congeló y resulta que la Xbox tenía el UnleashX
Si esto ocurrió el tercer día de la exposición, no me quiero imaginar cómo estarán las cosas dentro de unos meses… aunque bien es cierto que el personal técnico intentaba solucionar problemas al poco tiempo de detectarse incidencias. Por otro lado, había un detalle que me gustó, y es que en cada puesto de juego había un cartel que aconsejaba limitar las partidas a cinco minutos, para que todo el mundo tuviese la oportunidad de jugar.
El Top 10
Después de echar unas partidas con una Vectrex -la primera máquina que te encontrabas al entrar-, unos pinballs, pasar unos cuantos niveles de «Gauntlet» a cuatro jugadores, y jugar a otras recreativas emblemáticas como «Missile Command«, «Donkey Kong» o «Daytona USA«, se llegaba a un pasillo en el que estaban las principales compañías fabricantes de hardware doméstico, y un peculiar Top 10 de sistemas.
Aunque había otras máquinas en las vitrinas de las compañías, estas son las «consolas» (sic) más influyentes según los organizadores:
- Magnavox Odyssey
- Atari VCS
- Sinclair Spectrum
- Commodore 64
- Nintendo Famicom
- MSX2
- Commodore Amiga
- NEC PC Engine
- Nintendo Game Boy
- Sony PlayStation
¿Cuál es el problema? Quizás haberse limitado a hablar de diez hitos concretos (primer sistema, plataforma líder en cierto punto, primera consola con CD-ROM,…), algo que ha dejado fuera a Super Nintendo, Mega Drive, Amstrad CPC, Atari ST, el mismísimo IBM PC y otras máquinas que han sido más populares en Europa. Además, destacar en dos vitrinas el MSX2 o la primera PlayStation, y no aprovechar para poner, por ejemplo, un CPC me parece un error.
Por fortuna, había por ahí una Atari Jaguar, una Xbox y una Dreamcast para jugar -aunque me temo que emulada en este último caso-, además de otros sistemas menos conocidos como Playdia, Wondermega o FM Towns Marty en un expositor independiente para aliviar un poco el desagravio.
Géneros
A continuación se podían probar varios títulos emblemáticos englobados en los siguientes géneros: deportes, aventuras, plataformas, lógica, disparos, acción, FPS, carreras y lucha, destacándose algunas sagas como Super Mario Kart, Halo, Prince of Persia, Portal o FIFA.
Por alguna razón peregrina, los juegos de simulación, los infantiles y los de vida (sic) estaban en secciones independientes. Sobre todo, si tenemos en cuenta que el aparatoso «Steel Batallion» estaba en esta última (vida)…
Desarrollo
El proceso de creación de videojuegos era lo siguiente que se veía en la exposición, con preciosos bocetos y cells de «Dragon’s Lair«, artworks de «RiME» y «Gris» -que, a tenor de lo visto en la últimas exposiciones, parece que son lo único destacable que se ha producido en España-, y material de juegos como «Los Sims«, «Uncharted» o «Spore«.
Videojuegos en el mundo
En Europa, a pesar de mostrar el «Castlevania: Lords of Shadow» de Mercury Steam, parece que en los ochenta y noventa no hicimos nada, y toda la industria se concentraba en Reino Unido y Francia. Lo que sí que me resultó curioso fue que destacasen los clones realizados en algunos países, y las variantes coreanas de algunas consolas como el Super Comboy de Hyundai o el Super Aladdin Boy II de Samsung.
Finalmente, se podían ver algunos títulos japoneses -algunos de los cuales se quedaron allí-, y también los producidos en norteamérica (tanto en Estados Unidos como en Canadá).
Juegos portátiles
Una de las secciones que más me gustó fue la dedicada a diversas consolas portátiles, ya que no solo se podían probar las más conocidas, sino que se podía jugar con máquinas tan curiosas como un «Amidar» de Gakken, un «Astro Wars» de Epoch o el mítico «Speak & Spell» de Texas Instruments. Además, en unas vitrinas centrales se podía ver que las «maquinitas» no solo fueron coto privado de Nintendo con sus Game & Watch…
Eso sí, eché en falta que se pudiese jugar con una Atari Lynx, una Game Gear o incluso una Game Boy clásica.
Juegos independientes
Por suerte, aquí se recordaba que en los tiempos de los primeros ordenadores domésticos esto de ser indie era algo habitual. Aunque la llegada de las primeras consolas hizo complicado crear y vender un juego de forma independiente, las plataformas de hoy en día han vuelto a poner relativamente fácil a los grupos pequeños la aventura de publicar un juego propio. Autores como Terry Cavanagh, Matt Thorson o Jonathan Blow tenían su hueco aquí, además de pequeños estudios como Playdead, Roll7 o MixedBag.
Personajes
Mario y Sonic eran obviamente los más destacados, pero también había hueco para Parappa the Rapper -con especial mención al gran Rodney Alan Greenblat-, Jak, Daxter y por supuesto Lara Croft. Me gustó ver como en algunos bocetos del personaje creado por Core se podía intuir sus raíces sudamericanas cuando era Laura Cruz.
La pena fue dejar de lado a otros muchos personajes como Ryu, el Jefe Maestro, Link, Solid Snake, Alex Kidd o Samus Aran, por poner algunos ejemplos evidentes, ya que si bien algunos estaban representados en otras zonas de la exposición, quizás merecían una mención aquí.
Cine
Esta sección era bastante limitada, con algunos pósters de películas, y una más que breve selección de adaptaciones al videojuego, desde «Buck Rogers» y «Tron» hasta «GoldenEye 007» y «Star Wars: Rogue Leader«.
Bueno, quizás antes me he expresado mal. Había literalmente tres posters y esos cuatro juegos.
Juegos multijugador
Vamos llegando al final de la exposición con el último pasillo, quizás el más interesante para los que vayan en familia. Aquí se podía jugar, si la memoria no me falla, a cuatro jugadores con los juegos «Super Smash Bros. Melee«, «Halo 3: ODST» y «Towerfall Ascension«.
No eran muchos, pero los piques estaban asegurados.
La inmersión virtual
Fue interesante ver las diferencias entre «Highway Star» -gafas 3D incluidas- y «Rad Racer«, la versión que nos llegó aquí, además de poder echar una partida al «Mario’s Tennis» en una Virtual Boy que se veía especialmente nítida.
Por supuesto, no faltaban la realidad virtual con unas HTC Vive y también se podía disfrutar del maravilloso «Super Stardust Ultra» con gafas 3D. Y por algún motivo espúreo, escogieron «1-2-Switch» como ejemplo de videojuegos controlados con el movimiento, en vez de algo más memorable como «Wii Sports«.
Sonido
De camino a la salida se podían ver tres experiencias que trataban de ejemplificar la íntima relación de los videojuegos con el sonido: «Rez Infinite» -con las PS VR-, «Guitar Hero 2» y el peculiar «Troopanum» para PC.
El camino continuaba con un pasillo iluminado con la representación visual de músicas y efectos de sonido, que terminaban en una peculiar proyección llamada «8 bits y medio» que se hacía sobre piezas rotas de la familia Game Boy.
La tienda
Como viene siendo habitual en exposiciones y museos, antes de irnos podíamos comprar diverso tipo de merchandising, que incluía libros, miniarcades, camisetas o material de papelería. Obviamente, yendo con niños, me tocó pasar por caja
Conclusiones
Esta exposición merece la pena si vamos con niños, o queremos conocer, aunque sea de forma somera la historia del videojuego. Hay decenas de juegos para probar, con algunas experiencias complicadas de replicar en casa, como el «Missile Command» con trackball, los juegos de conducción en mueble como «Daytona USA» o «Gran Turismo 5«, o el siempre impresionante «Steel Batallion«.
Sin embargo, me apena que no se haya aprovechado la ocasión para poner algo relacionado con el desarrollo patrio en la época de los ochenta en sistemas ocho y dieciséis bits, las aventuras de empresas como New Frontier / Bit Managers en consolas, o la escena de desarrollo actual en sistemas como la NES o Mega Drive. Aunque si tenemos en cuenta otras omisiones que se han comentado previamente, tampoco me extraña. Por último, me gustaría destacar que algunas traducciones en las informaciones eran algo… deficientes.
Supongo que todavía falta por llegar la exposición definitiva sobre videojuegos. Seguiremos esperando…