Es cierto, todavía muchos escépticos cuestionan que las dinámicas de juegos puedan tener un impacto económico en los negocios. Sin embargo, la gamificación ha demostrado su eficacia a la hora de atraer clientes y fidelizarlos en el largo plazo: las empresas que han apostado por la gamificación han logrado llamar la atención tanto de sus clientes como de los potenciales clientes, comprometerlos, hacer branding y, por supuesto, incrementar tanto ventas como beneficios.
Por tanto, si la gamificación ha funcionado con los clientes… ¿Por qué no iba a hacerlo con nuestros empleados? La falta de motivación y compromiso está a la orden del día en muchas organizaciones. Por ello, no es de extrañar que los departamentos de Recursos Humanos continuamente busquen nuevas técnicas orientadas a mejorar la comunicación interna de la empresa, a reforzar el compromiso de los trabajadores y, en definitiva, a crear un buen clima laboral.
Y, en verdad, la gamificación puede utilizarse en cualquiera de las funciones propias de este departamento.
La captación del talento:
Es cierto, la atracción del talento puede convertirse en un proceso de gamificación transformándose en una experiencia satisfactoria. Incorporando incentivos a este proceso no solo incorporaremos más candidatos, es que además estarán más motivados.
A nivel interno la gamificación mantiene al equipo comprometido y motivado de modo que venderán la marca de la empresa como una experiencia positiva a candidatos y potenciales candidatos.
La empresa Marriott International fue una de las primeras en incorporar la gamificación en el proceso de atracción de talento. Esta empresa hotelera desarrollo un juego en línea con el hotel (basándose en el clásico juego de los Sims) en el que los potenciales candidatos tenían que apañárselas para gestionar las distintas responsabilidades. Al llevar este juego a Facebook en distintos idiomas esta organización pretendía captar talento a nivel internacional acorde con sus pretensiones de expansión, potenciando su imagen de marca y captando la atención de los futuros candidatos.
La retención del talento:
A pesar de la situación actual muchas empresas son incapaces de comprender por qué no son capaces de retener a los mejores trabajadores. Y es que los mejores profesionales siempre van a estar bien cotizados a pesar de la mala coyuntura.
Por ello el departamento de Recursos Humanos puede valerse de la gamificación para retener a los mejores trabajadores para mantener aquellos activos valiosos.
Una práctica tan simple como la del “mejor empleado del mes” (siempre reforzada con un buen incentivo) mantendrá viva la competitividad de los trabajadores y su motivación. Los finalistas verán reconocido su esfuerzo y su aportación a la organización.
La formación interna.
La formación obligatoria no gusta. Los trabajadores suelen asistir con total desinterés y la retención de conocimiento suele ser mínima. Convirtiendo la formación en una experiencia de gamificación se mantendrá vivo el interés por los nuevos conocimientos.
Por ejemplo, una empresa norteamericana desarrolló un juego llamado Procurement Fraud Indicators para enseñar a sus empleados a detectar el fraude. Como para esta labor la práctica y la experiencia son críticas el juego permitía adquirirlas de forma virtual en un entorno divertido.
La realización de tareas burocráticas.
Reconozcámoslo, las tareas burocráticas (como el papeleo) son aburridas y rutinarias. Sin embargo, estas labores son imprescindibles. Por ello… ¿Por qué no hacer que sean divertidas? Recompensando a los empleados con premios y reconocimiento crearemos una competición amistosa en la realización de estas tareas.
Las 6 claves para aplicar la gamificación a los Recursos Humanos.
Si bien no es imprescindible que contengan todos estos aspectos, lo cierto es que hay una serie de elementos comunes en cualquier práctica de gamificacion.
- El Objetivo: necesitamos una misión, un reto que nos permita alcanzar un premio determinado.
- Este premio es el beneficio: existen infinidad de premios tanto tangibles como intangibles: reconocimiento, un incentivo económico, un cupón de descuento etcétera.
- Necesitamos sucesivos niveles para incentivar la participación y la competitividad de nuestros empleados.
- Los puntos se logran al alcanzar un determinado nivel o al conseguir un objetivo concreto.
- Hay que mantener viva la competición. Para ello el departamento de Recursos Humanos debe mostrar en todo momento el ranking del juego de un modo visual y atractivo.
- Es importante mostrar la evolución de las posiciones de los distintos trabajadores para animarles a seguir esforzándose.
En definitiva, la gamificación no solo sirve para aumentar las ventas, también es útil para mantener vivo el espíritu competitivo de nuestros trabajadores y reforzar su compromiso. Y tú… ¿Apostarías por la gamificación en tu empresa?
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