DISTANCIA TOTAL 18 KILÓMETROS
DESNIVEL ACUMULADO. 1.300 METROS
NOTA: El recorrido es en travesía así que se ha de dejar un vehículo en Suarias y otro en las proximidades del Puente Estragüeña en la N-621
Recorrido largo y exigente, con un primer tramo más sencillo, y una segunda parte donde recorreremos zonas más verticales y con senderos ya casi perdidos, en especial la Agüera de Arguenzo, donde el deshuso en su arranque al finalizar el valle de Arguenzo y el tramo final las obras de la N-621 hacen este tramo algo dificultoso.
Si leéis detenidamente la descripción de este descenso os explico que hay una opción denominada senda de las cabras, que se nos pasó por alto y que puede facilitar algo el descenso a la nacional.
PLANO DEL RECORRIDO
Dejamos el vehículo en el pueblo de Suerias. Concretamente en el amplio aparcamiento habilitado para la carrera de montaña Blincapeñas.
Desde el aparcamiento continuamos por la hormigonada pista que asciende en dirección suroeste hacia las Invernales del Canto los Cabezos, disfrutando de las vistas hacia el valle del Deva.
En el Canto los Cabezos (360 m.) obviamos una pista que parte a nuestra derecha y descendemos hacia el extremo este de un enorme poljé que vamos a dejar a nuestra derecha.
La pista acomete un fuerte ascenso por los Prados de Pedro Simón
En este punto donde la pista traza una horquilla a la derecha (550 m.), la abandonamos tomando un tenue sendero a nuestra izquierda que asciende ligeramente en dirección (este)
Seguimos un trecho a media ladera para girar por una vallina a nuestra derecha y tomar marcada dirección sur ascendiendo por una zona de monte bajo, espineras y alguna haya.
Los Senderos de ganado se van difuminando, nos encontramos con un tramo algo difícil de orientarse, (en especial con niebla). La mejor referencia es ir dejando la vallina a nuestra derecha, hasta encontrarnos con un camino marcado(750 m.) que hemos de seguir en dirección sur.
Atravesamos alguna pradería mientras seguimos ascendiendo en dirección sur.
Llegamos al final de la vallina con un amplio collado (840 m.), seguiremos ascendiendo hacia otro superior a la izquierda de la pequeña cumbre del Jorcón.
Recorremos un corto tramo de camino "enconchado".
Pasamos junto a esta fuente abrevadero.
Alcanzamos unas magnificas praderías muriadas, en un precioso collado situado entre el Jorcón al norte y el Cueto el Ajao al sur.
Las recorremos en dirección sur para acometer el ascenso del Cueto l Ajao
Ascendiendo por la ladera septentrional del Cueto Ajao
Desde el Cueto L ajao vemos toda la cumbrera (la siguiente cumbre es el Cueto la Toya) que de norte a sur culmina en nuestro primer objetivo hoy; El Gamonal. El recorrido a partir de aquí apenas se apartará de la linea de cumbres que nos llevan hasta su cima, unas veces por su parte superior y otras veces dejándonos caer un poco a la derecha en busca de senderos de ganado que nos ayuden a avanzar más rápidamente.
A nuestra derecha tenemos vistas magnificas sobre el valle de Argüenzo, donde se asientan varias majadas entre sus verdes pastos (Palias, Rejedas y Argüenzo) y a donde descenderemos casi al final de nuestro recorrido.
Tambíen vemos a la izquierda del valle, la cumbre del Sestón donde acabaremos subiendo, aunque en principio no estaba en nuestros planes.
Tras dejar atrás las dos primeras cumbres alcanzamos la preciosa collada de Los Mazucos (978 m.).
Aquí tenemos a la vista la cumbre del Gamonal y su cumbre anterior el Cueto el Tiro, quizá esta cumbre es mejor dejarla a nuestra izquierda y recorrer la parte inferior de su ladera ya que este tramo fue el que estaba un poco más incomodo de andar, aunque sin excesivos problemas.
Dejando atrás la Collada los Mazucos.
Una vez superados los contrafuertes del Cueto L Tiru, alcanzamos la collada del Tiru (1.160 m.) ya a los pies del Gamonal del que apenas nos restan unos 60 metros de desnivel para alcanzar su cumbre.
la cumbre de Gamonal (1228 m), la cumbre más alta de este macizo, que hacia el este se prolonga por la peñas de Arria.
Impresionante mirador, hacia las cumbres del oriente de Asturias.....
La Liebana y las montañas Palentinas.
Y tierras cántabras con el macizo de Peña Sagra
Desde la cumbre vemos el ascenso que hicimos por el cordal (puntos rojos) y ahora volvemos a descender en dirección norte pero esta vez lo hacemos por el valle que se abre a la izquierda de la cumbrera recorrida en el ascenso (puntos amarillos)
Comenzamos el descenso hacia el fondo del valle, entre praderías y hayas.
Pronto encontramos un buen sendero que recorre el valle...
que realmente es una sucesión de pequeños jous cubiertos de verdes pastos y espineras y rodeados de hayas.
Llegamos al un jou (930 m.)donde observamos un reguero que pronto se sume en su interior. en su surgencia descubrimos un fabuloso manantial que nos sirve para llenar nuestras cantimploras.
Tras este jou el valle acomete un fuerte descenso hacia una amplia pradería, no obstante el sendero aquí abandona el valle por la derecha. Nosotros sin embargo descendemos hacia la pradería.
Recorremos esta preciosa pradería hasta su extremo contrario.
A partir de aquí continúa descendiendo el valle por un terreno algo más empinado y abrupto y cubierto de vegetación. Aquí el sendero no es claro, si que podemos seguir el rastro de alguna trocha ganadera que recorre el fondo del valle.
Seguimos el valle hasta que tanto este como el arroyo que lo recorre llega a un pequeño jou (750 m.)donde el regato se sume en una pequeña oquedad en el suelo.
Remontamos el jou por su extremo sur y justo encima de el entroncamos con este bonito y ancho camino que proviene de la próxima Majada de la Canal y de la Colladura de las Orrias (lugar donde concluye la pista que hemos subido esta mañana desde Suarias).
Una vez en el camino lo tomaremos a nuestra izquierda (dirección oeste) internándonos en un bonito hayedo.
Tras un ligero ascenso por el hayedo, el camino luego continua en llano y en algún claro del bosque podemos ver la cumbre del Sestón hacia donde nos dirigimos.
A nuestra derecha se abre el precioso valle de Argüenzo.
El camino no tiene pérdida y es muy cómodo de andar.
Hace un giro hacia el sur abandonando el valle de Argüenzo y adentrándose en el valle de la Riega las Acequias.
Hacia la cabecera del valle desciende ligéramente el camino.
Alcanzamos la Riega de las Acequias en una zona de praderías denominada Cabritu Prieto (780 m.).
Podemos observar los restos de una antigua explotación minera que hubo en esta zona.
Desde aquí remontamos la ladera sur que cierra el valle con tendencia a trazar una diagonal hacia la derecha en busca de Braña Collado, collado situado en la base meridional de Sestón y por donde ascenderemos a su cumbre.
Buscando la Braña Collado y desde ahí la cumbre del Sestón que tenemos ya muy cerca.
Braña Collado (965 m.) donde existe una pequeña laguna y hasta donde llega una pista que proviene de la población cántabra de Roza a través del Collado las Llaves.
Desde Braña Collado, remontamos sin ninguna dificultad los poco más de 100 metros de desnivel que nos restan para alcanzar la cumbre del Sestón (1.083 m.). Otro fantástico mirador de esta zona.
Hacia la costa y la enorme brecha del desfiladero de la Hermida.
Hacia el este podemos ver la cabecera de la Riega las Acequias y al fondo la cumbre del Gamonal.
Descendemos en dirección oeste para continuar el cordal hasta su cumbre más occidental y a la vez más espectacular: El Tiolda. Para ello buscaremos las proximidades de una horcada por donde discurre un sendero que proviene de la Braña Collao y que luego seguiremos a media ladera en busca de la base del Tiolda.
Ya tenemos a la vista el espectacular ¨Tiolda.
Cuando nos acercamos más a su base (883 m.), vemos perfectamente que son dos cumbres separadas por un airoso collado. La del Tiolda es la segunda y más alta y de más difícil acceso, ya que es muy aconsejable solo acometer su subida con material de escalada.
El Tiolda es uno de esos picos que enamoran a primera vista, con esa silueta imponente, de echo se le denomina el "Urriello cántabro" que se asoma al Desfiladero, esas caídas verticales al Norte y al Sur que le dan una apariencia inexpugnable,
Después de disfrutar del Tiolda continuamos nuestro recorrido, así que una vez en el collado situado en la base de la cumbre, descendemos hacia el norte en busca del valle de Argüenzo.
Para ello hemos de bajar una inclinadísima canal herbosa, que sin entrañar peligro si pone a prueba nuestro equilibrio y nuestras piernas.
Solo pensar en subir por aquí.......
Una vez llegado a la altura del hayedo giramos ligeramente hacia la derecha internándonos en el. No hay sendero y hemos de bajar por donde buenamente podamos al fondo del valle. Al menos la pendiente suaviza algo.
Alcanzamos Argüenzo (500 m.)que es el nombre genérico con el que se conoce a esa alargada pradería salpicada de cabañas que tan bien se divisa desde el pico Tiolda allá abajo en el valle en dirección norte.
40 años atrás, los pastores vivían y hacían majada en este escondido rincón. De hecho, todavía quedan cabañas-vivienda que, aunque muy deterioradas, aún conservan las ventanas con cristales y también otros signos inconfundibles de que fueron viviendas habitadas.
Allí hicieron majada algunos pastores que venían nada menos que desde Sotres.
La pradería pertenece al municipio de Peñarrubia y su acceso natural para el ganado era por el puerto de las Llaves al sureste, pero en ocasiones bajaban el ganado por la Agüera de Argüenzo, el camino mas corto aunque mas peligroso y por donde vamos a descender nosotros.
Nos vamos a situar en las laderas sur del valle donde "supuestamente" discurre el sendero que nos llevará a bajar por la "Agúeria de Argüenzo".
Pero por desgracia la parte inferior del valle está totalmente abandonada. Las matas de avellanos, espineras cierran y tupen todos los senderos, haciendo de este tramo un pequeño "infierno", unos buscaron el descenso pegados a la riega y otros tomamos más altura, aunque ninguna opción es totalmente aconsejable.
Finalmente los que fuimos por la parte alta salimos a una zona algo más limpia y comenzamos a descender al fondo del valle donde comienza a precipitarse hacia las profundidades de la Hermida.
Encontramos este precioso cotero donde tenemos unas vistas increíbles de lo que nos espera en el resto del recorrido.
Pegado a la riega por fin vislumbramos lo que era el sendero de la Agüeria Agüenzo y hacia el descendemos.
El sendero abandona la riega que se precipita en enormes saltos y comienza una espectacular travesía en horizontal por las verticales laderas de la Hermida.
En este tramo el sendero se encuentra perfectamente marcado, lo que nos hace disfrutar de lo lindo con su recorrido.
Las vistas sobre el rio Deva y el desfiladero son espectaculares.
Llegamos a un punto que se conservan armaduras del camino antiguo, y quizá por su belleza y por recorrerlas, no nos dimos cuenta de que supuestamente a la izquierda parte en brusco descenso el que llamaban el camino de las cabras y que baja más directamente al puente Estragüeña.
Nosotros seguimos por el que nos pareció el camino más evidente y que de hecho antiguamente era el camino de las vacas ya que descendía más pausadamente siguiendo en horizontal por las paredes del desfiladero.
Tras superar el primer canto rocoso, atravesamos una canal herbosa y tenemos que ascender a una preciosa horcada. Ya en los últimos metros antes de alcanzar la horcada empezamos a ver como el camino se va perdiendo totalmente.
Al otro lado de la horcada, vemos una larga travesía en diagonal por una zona de pedreros encima de la carretera. Aquí por desgracia el sendero de las vacas ha desaparecido casi totalmente, hemos de seguir lo poco que queda de su traza hasta unos postes de la luz que vemos al fondo de la foto.
Este tramo es algo incómodo de recorrer...
Pero llega lo peor y es que por culpa de las obras de la N-621 y la colocación de las mallas anti-desprendimientos hemos de o bien cruzar las mallas o bien sortearlas por donde indico pegados a la peña.
Una vez sorteado el problema, encontramos un pequeño tramo armado del antiguo camino. Ojo aquí porque ya desaparece totalmente, nosotros no conseguimos dar con el descenso correcto los pocos metros que nos restan hasta llegar a la carretera, creo que en lugar de seguir hasta otro poste de la luz que vemos en frente, hemos de descender directamente a la izquierda entre las encinas, justo por debajo de este pequeño tramo armado.
Finalmente alcanzamos con ciertos apuros la carretera cerca del puente de Estragüeña, maldiciendo que se haya perdido este impresionante camino ganadero, aunque pensando que si hubiéramos descendido por el "camín de las cabras" la suerte hubiera sido mejor.