Ganar también es saber invertir

Publicado el 22 septiembre 2011 por Marianofusco

“El dinero es todo en el fútbol actual”

En una entrevista concedida a medios mexicanos, el Director de Relaciones Institucionales del Real Madrid Emilio Butragueño dio una definición sobre la política que lleva a cabo el club de la Casa Blanca.

La idea básica es capitalizar los momentos. Invertir en jugadores de renombre que sumen, además, a la gran campaña marketinera que significa un club de esa magnitud.

Así se hacen las cosas desde la llegada (y el posterior retorno) de Florentino Pérez como Presidente. Una primera parte llena de éxito con la consagración en 2 Ligas (2001 y 2003), 1 Copa de Europa (2002), 1 Supercopa de Europa (2002), 2 Supercopas de España (2001) y (2003) y 1 Copa Intercontinental (2002); contrasta de manera drástica con la solitaria Copa del Rey obtenida a mitad de 2011.

142 millones de euros recibe la institución únicamente por derechos de retransmisión, y aunque sólo ha ganado un título desde el regreso de Florentino, Butragueño opina que cuanto más dinero tenés, más cerca estás de ser campeón.

La afirmación de El Buitre es real. El Barcelona también mueve millones de dólares y se ha permitido gastar casi 60 en la contratación de dos jugadores. Sin embargo, hay algo que contrasta claramente entre los dos gigantes de la península Ibérica: en qué invierten. He aquí la cuestión.

Si fijamos la atención en la alineación que paró hoy Mourinho en el empate sin goles ante Racing de Santander, el 95% de los jugadores llegaron provenientes de otros clubes a la entidad de la capital española. El único canterano es el histórico Iker Casillas.

En la vereda de enfrente está el Barcelona y su proyecto de fútbol. Con una cantera de excelente calidad que cuenta con un dato inapelable. Desde el año 2000, cuando un tal Lionel Messi arribó al club, la directiva culé ha destinado 137 millones de euros pura y exclusivamente al fomento de sus divisiones juveniles. 

Si tomamos en cuenta las declaraciones de Butragueño vemos que, por lo pronto, no hay en el horizonte una idea de cambiar el rumbo. Para ganar hay varios caminos, nadie sabe cual es el camino correcto. Los resultados están a la vista, quedará en ellos sacar sus conclusiones.