A la apacible ciudad alemana de Colonia, llena de historia, tranquilidad y fría atmósfera otoñal, arribó un contingente mundial de energía verde. Cincuenta jóvenes de 19 países en desarrollo de América Latina, África y Asia llegaron invitados para, en un maravilloso intercambio, presentar los proyectos del Bayer Encuentro Juvenil Ambiental, BEJA. Esta idea que tiene más de una década de existencia, convoca anualmente talentos entre 18 y 24 años que tengan planes en materia ambiental y puedan liderar en sus países de origen las transformaciones sostenibles que necesita el planeta. Argentina, Brasil, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Ecuador, India, Indonesia, Kenia, Corea, Malasia, Perú, Singapur, Suráfrica, Tailandia, Filipinas, Venezuela y Vietnam fueron las naciones presentes en esta inigualable experiencia de cinco días de ponencias, excursiones, exposiciones y entretenimiento que culminó el pasado 15 de noviembre.
Proyectos como un colector de agua de lluvia, diseños hechos con tapas plásticas recicladas, nuevos materiales obtenidos de la transformación de tubos de pasta dental, innovaciones en materia educativa, conversión de desechos en combustible, celdas solares de bajo costo, concreto con fibra óptica, bolsas de compras inteligentes, rehabilitación de manglares, guerrillas urbanas de jardines, optimización de cultivos, juegos de mesa, promoción de movimientos de redes estudiantiles y tantos otros, concursaron por un reconocimiento final en metálico para poder dar seguimiento a los planes. El ganador, Wallace Chwala, fue un estudiante de la Universidad de Nairobi, Kenya, cuya propuesta se enfoca en las tierras arables de su país y el reuso de bolsas plásticas para producir compost (abono hecho de materia orgánica).
La agenda de la semana incluyó sesiones de trabajo e intercambio entre los estudiantes y expertos de la empresa, así como con representantes del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente PNUMA. En cuanto a las visitas, entre varias alternativas, los jóvenes pudieron conocer el estadio de fútbol Bayarena; el centro para disposición de desechos AVEA (una estructura de contenedores a la cual los ciudadanos acuden a depositar sus desechos ordenadamente desde refrigeradores hasta CDs y material orgánico); la planta de incineración de desechos de la firma Currenta, en Leverkusen; el barco laboratorio ¨Max Prüss¨ y el ecobus educativo Lumbricus. Todos ellos ejemplos perfectamente replicables en todo el mundo.
De las participaciones, destacó la intervención de James Lomax, Oficial del Programa en Agroalimentos del PNUMA, centrada en la campaña de esta organización ¨Piensa, Aliméntate, Ahorra¨ que apunta como objetivo a crear conciencia sobre el consumo responsable de alimentos. Según este organismo, la humanidad actualmente usa el equivalente a un planeta y medio, lo cual es insostenible y si la tendencia se mantiene para el 2030 se necesitará dos veces la Tierra para poder nutrir a la humanidad. Cerca de un tercio del alimento producido en el mundo para ser consumido en un año se bota o se pudre. Por otra parte la producción usa el 25% de la tierra habitable y es responsable del consumo del 70% de agua. Cerca de un 15% de la población está desnutrido mientras que otro grupo está obeso. Esta campaña que en inglés se llama Think.Eat.Save, y se desarrolla en conjunto con la FAO, quiere incrementar el conocimiento sobre el problema. Heike Ostermann, de la empresa federal alemana GIZ (que sólo en Latinoamérica lidera 34 proyectos en áreas como reforestación, desarrollo rural, gerencia de recursos naturales y adaptación al cambio climático mediante asesoría y campañas de comunicación) también comentó en torno a este tema que cada vez son más escasos los recursos naturales para producir alimentos.
Liam Condon, CEO de Bayer CropScience, también se refirió al estado de la producción mundial de alimentos. Al respecto expuso que cerca del 50% se desperdicia en el proceso de producción y recolección, y que sin la protección química las cosechas mundiales se perderían en un 40%. Abogó por el acceso de los agricultores al entrenamiento, las herramientas y la tecnología necesaria para aumentar la productividad; la promoción de prácticas sostenibles de agricultura, el liderazgo innovador, la suma de más asociados y la colaboración en red de todos los interesados en el sector. Con relación a la actividad de los líderes juveniles convocados dijo que ¨la gente joven preocupada por el tema urgente de brindar alimentación adecuada, segura y saludable a la población global, merecía todo el reconocimiento y apoyo¨.
El último día de estas jornadas cerró con la premiación y la presentación de un baile típico por parte de cada delegación. Fue un verdadero mosaico de cultura presentado con las danzas, cantos y actuaciones de los emprendedores. La emotividad estuvo presente, particularmente porque se dio también a conocer que después de años de colaboración cercana en el campo ambiental y juvenil la empresa y el PNUMA habían decidido tomar nuevos rumbos. Bayer ahora plantea enfocar su estrategia de responsabilidad corporativa hacia la educación de la ciencia. En esta área, la Fundación Ciencia y Educación de esta transnacional, ya apoya numerosas iniciativas para estudiantes de todos los niveles. No obstante los dos entes reconocieron la trayectoria común y el alcance en elevar el conocimiento y la preocupación de los jóvenes ante los retos ambientales, así como el apoyo que se les ha brindado como embajadores de un mundo más sostenible.
Por Heidy Ramírez Schmegner @ideagenial Miembro de la red Periodismo ante el Cambio Climático