La victoria de los socialistas en Francia es una buena noticia para Europa y particularmente para España. Imagino que los ministros y altos cargos del Gobierno del PP estarán celebrando con champán francés este acontecimiento del que esperan obtener los mejores réditos inmediatos, por supuesto al margen de que en declaraciones para su público ni de broma vayan a decir algo así, pero en todos los ámbitos y ‘off the record’ no se cansaban de repetir los ministros, subsecretarios… que rezaban para que ganara Hollande.
En las últimas semanas esta es la única noticia favorable, positiva para los intereses españoles para detener un poco el aluvión de malas noticias sobre España; deuda atacada por todas partes, prima de riesgo, CDS, salida masiva de capitales extranjeros, sistema financiero puesto en entredicho con algunas grandes piezas más que tambaleándose sin casi poder sujetarla, entrada en depresión que junto a los recortes salvajes nos hunden mucho más con un paro no solo sin descender, sino creciendo, con crecimientos mensuales del déficit por menores ingresos fiscales y mayores gastos que los calculados en los Presupuestos, con algunas autonomías al borde de ser intervenidas –Valencia- etc. etc.
De hecho la esperada victoria de la socialdemocracia francesa dio sus primeros pasos en Europa hace unas semanas, y se empezó a notar abriendo el debate de la necesidad de políticas de crecimiento, generando una cumbre y ampliando a muchos sectores e instituciones la discusión de revisar el tempo y exigencia de los ajustes.
Nada se arreglará en unas semanas, pero mejor empezar a buscar la luz que seguir cavando el pozo. Al menos dejemos de picar tan intensamente en el agujero. Bienvenidos, los españoles, os esperábamos.
Esperando a Hollande. Sin exagerar, pero esperando
Esperando a la socialdemocracia francesa. Lectura dominical. Y 2
Lectura dominical de prensa. Sobre el precipicio. 1
PARIS