Ganó Iglesias. Perdió una oportunidad Podemos

Publicado el 17 febrero 2017 por Manuhermon @manuhermon
Podemos tras el proceso del Congreso, podría perder la ventana de oportunidad de crecer en electorado para acercarse a ganar, al tiempo que le abre una brecha que puede aprovechar el PSOE. Las tesis y el equipo de Iglesias ganaron poder interno, capacidad de control de Podemos, pero probablemente perderán la oportunidad de lograr más votos en próximas elecciones. El resultado global parece quedar en un 60/40 favorable a Iglesias, lo cual es suficiente para cambiar de estrategia y puestos de poder, aunque no conviene perder de vista los matices de estas votaciones: 1) En primer lugar podríamos considerar que los asistentes a Vista-alegre II no eran necesariamente representativos de los inscritos, podríamos considerarlos como expresión más izquierdista del colectivo de 450.000, en el sentir de política general, no necesariamente de activismo en trabajo local. 2) los resultados conocidos, lo son a partir de la elección efectuada por un tercio de los inscritos, o  simpatizantes, ni siquiera afiliados, ya que no se exige cotización. 2) los votantes que han elegido más poderes para el líder, o menos controles colectivos, son los comprometidos con las tesis oficiales de entre los simpatizantes cercanos. 3) la elección no ha sido de los votantes, cuyo veredicto comprobaremos en las próximas elecciones. 4) los sistemas de voto pueden haber primado los resultados a favor de Iglesias, siendo en realidad las diferencias entre distintas opciones inferiores a las mostradas. 5) por último un factor a mejorar, nada desdeñable, es la imposibilidad de comprobar hoy o en el futuro, los resultados de las votaciones, sin comprobantes físicos y sin presencia de fuerzas diferentes, tal como en las generales, municipales o autonómicas cuyos censos, votos e incidencias son contados y recontados en presencia de interventores independientes y con presencia de interventores de todas las fuerzas contendientes. Un ejemplo del sesgo en las votaciones puede verse en las listas de 62 miembros del Consejo Ciudadano, con el sistema Desborde otorgando 80 puntos al primero y descendiendo a cada uno siguiente, lo cual hace que el resultado prime más a los mayoritarios alejándolo de la proporcionalidad, curiosa forma de ser incoherentes, ya que el sistema electoral español lo critican, justamente, por su facultad de primar a las mayorías,  pero en votaciones internas hacen lo criticado. En el sistema que han seguido basta que un grupo organizado de unos pocos votantes no elijan/señalen a Errejón para que su pérdida de puntos le lleve al tercer puesto, tras Echenique. Otro sistema electoral muy probablemente hubiera nivelado las votaciones, sin olvidar que en estas elecciones los errejonistas  pedían el voto para Iglesias. Concentrarse en más izquierdismo no acerca a gobernar, al contrario la historia de IU ha mostrado que lo impide, fundamentalmente porque no hay suficientes votantes de izquierdas para lograr mayorías de gobierno; las cuentas están claras desde hace mucho, mucho tiempo, como por otra parte sabían de sobra en el Podemos de los primeros tiempos y actuaban en consecuencia. La experiencia de PCE-IU es muy clara desde los años ochenta, una y otra vez sin lograr rebasar el tope de 2 millones de votos, siendo elegidos por alrededor de 1 millón de personas. Si algo distinguió claramente a Podemos de experiencias anteriores fue su declarada intención de gobernar, de llegar al poder, lo que obligaba a separarse de lo que IU hizo durante años, así los símbolos y mensajes elegidos en 2014 trataban de incorporar la trasversalidad, el pueblo, deportistas, militares, desahuciados, precariados, ni nis, jóvenes, pobres, estudiantes, titulados sin trabajo, jóvenes cualificados migrantes, los de abajo, los no representados… no la clase obrera, el sindicalismo, la izquierda. Para gobernar es necesario sumar votos del centro a cualquiera de las opciones a derecha o izquierda. Lo que varió en los últimos años fundamentalmente con la crisis es el voto que surge nuevo por incorporación de edad, aumentó la importancia del voto joven dañados especialmente por la crisis, y también el voto procedente de abstencionistas habituales, colectivos que en gran parte apoyaron a Podemos en los primeros tiempos, lo cual no garantiza que hayan dado su voto en propiedad y lo siguieran haciendo. Lo curioso del asunto es que el Podemos de los primeros tiempos y en particular Iglesias, defendieron antes, lo que ahora critican como posturas de Errejón fundamentalmente en lo concerniente a abrir y ganarse al electorado centrista e incluso derechista. Existen multitud de pruebas al respecto que lo confirman, proporcionadas por su altísima participación mediática, otra cuestión son las propuestas que trataban de minorar poder personalista.
Querer gobernar implica sumar mayorías y ello necesariamente obliga a dejar purismos ideológicos y políticos e intentar sumar a los no convencidos. Cocerse en la propia salsa, tener razón y hablar para el propio grupo, siempre se dio bien en los grupos de izquierdas, más pequeños cuanto mayor grado de pureza defendían. Pero tener razón en política sirve de poco y menos para gobernar, lo cual solo es posible con mayorías suficientes, que nunca podrán ser formadas solo por tus colegas. Convencer a varios millones de personas para que te voten y sumen una mayoría suficiente de gobierno obliga a acercarse a ellos sin darles miedo, aproximarse a sus problemas y a su cosmovisión, o concepción del mundo, obliga a abandonar certezas que solo fueron apoyadas durante años por unas pocas personas, obliga a abrazar criterios, formas y sensibilidades de otros cuantos millones de personas que no están hoy en tu salsa.