Hoy toca cuchareo, que el tiempo lo va pidiendo por fin. Así que he echado mano de la olla y me he liado a elaborar este guiso hasta dar con el punto exacto a este perfecto maridaje entre el humilde garbanzo y el lujoso langostino, un guiso muy presente en tierras gaditanas, donde esta legumbre, que se cría estupendamente en zonas como Sanlúcar, La Janda y la Sierra de Cádiz, da muestras de combinar perfectamente con los frutos del mar.
Es un guiso ligero y el truco para que nos quede para mojar pan, reside en dejar el caldo espesito y los langostinos enteros, que "crujan" al morderlos y contrasten con la textura mantecosa de unos buenos garbanzos que, si no os apetece usarlos ya cocidos, se ponen en agua la víspera y al día siguiente, se cuecen en olla exprés o rápida junto con un puerro, una zanahoria, un poco de sal y un chorro de aceite de oliva. Los cubrimos con agua y los cocinamos durante unos 20-30 minutos.
¡¡Buen provecho y feliz día!!
En una sartén aparte, pochar la cebolla y el pimiento verde, cortados en cuadraditos. Cuando estén blandos y dorados, añadir el tomate cortado en cubos y sin piel.
Añadir también un chorrito de manzanilla. Rehogar hasta que el vino se evapore y el tomate se deshaga. Poner todo en el vaso de la batidora y triturar. Reservar.Añadir un poco de aceite en una olla y poner los ajos muy picados, la cayena y una hoja de laurel. Cuando se empiecen a poner dorados separar la olla del fuego e incorporar el pime
ntón, tostándolo un poco.Añadir los langostinos y los garbanzos y poner en el fuego otra vez. Mezclar todo, sumar el sofrito triturado y el caldo de los langostinos.Dejar reducir unos minutos a fuego medio, rectificar de sal y servir bien caliente.
Incluso como entrante caliente a modo de tapeo, viene de maravilla servido en cuencos individuales