Alguien dice tu nombre discurre en Granada en el verano del año 63, época en la que empezaron a notarse los cambios que luego llegaron con la Transición. En una etapa opresiva, donde el tiempo no avanza, como parece reflejar el calendario del bar Lepanto, donde tantas veces irá a tomar café el protagonista de la novela: “El calendario del bar está detenido en el tiempo y en el espacio. Nada cambia, nadie puede escaparse de aquí […] Ese calendario antiguo, casi prehistórico, es una buena metáfora de que vivimos en un país paralizado”.León, el protagonista, se va de su pueblo a trabajar en una editorial en la capital granadina, donde “se inicia en el amor, en la literatura y en la lucha política”. “En un país desarrollado con una economía subdesarrollada. Fue una época de cambios de costumbres, con el comienzo del turismo, de la música en inglés...” declara García Montero. “Ahora estamos en crisis y respiramos pérdida. Pérdida de todo lo que se ganó. De todo lo que se puso en el camino de la libertad en los 60”precisó el escritor.
Los tres personajes que acompañaban a García Montero hablaron de su última obra. “Se nota –señaló Miguel Ríos– que escribe para emocionar y por eso huye de todo artificio; tardé un par de días en beberme la novela”. Sabina dijo de se trata de “una obra exquisita”, y que ´”hay un trabajo callado en el terreno de la novela”. Quique González cantó dos canciones en las que García Montero tuvo algo que ver, como Pistolero muerto, escrita por ambos artistas.