Gastos de difícil justificación y como pagar menos en el 130

Por Alejandro Jimenez Castro @fiscalmadrid

Los gastos de difícil justificación son aquellos que deberían de conocer los autónomos que quieren pagar menos impuestos. Si bien a veces se incluyen directamente en la declaración otras veces será el propio  autónomo el que debera de conocerlos para reducir su carga impositiva.

En este articulo entraremos en detalle a analizar este tipo de gastos, lo cual será tremendamente útil si quieres reducir tus impuestos trimestrales.

Muchos son los autónomos que tienen que hacer frente a la obligación de realizar pagos fraccionados o pagos a cuenta de su futura declaración como consecuencia del desarrollo de una actividad económica,  para calcular el pago fraccionado a realizar el autónomo tiene en cuenta los ingresos que obtiene a través de la ventas y prestaciones de servicios que constituyen su actividad económica los cuales son minorados en los gastos necesarios para llevar a cabo la misma.

¿Pero son estos los únicos gastos que puede deducirse el autónomo?

Pues va ser que no, existen una serie de gastos a los que llamamos gastos de difícil justificación que también van a servir para minorar los ingresos de la actividad permitiendo por lo tanto de esta forma reducir la carga tributaria que recae sobre los rendimientos obtenidos.

¿Qué son los gastos de difícil justificación?

Si eres autónomo y has estado leyendo algo sobre la normativa fiscal que afecta a tu actividad es posible que ya sepas de lo que te voy a hablar, si eres nuevo autónomo o nunca has oído hablar de este tipo de gastos te recomiendo que prestes especial atención a lo que te voy a contar.

Lo primero que debes de saber es que los gastos de difícil justificación de los que estamos hablando en este articulo no se refiere a que los autónomos pueden incluir entre sus gastos todas aquellas facturas que les de la gana ya que eso no esta permitido por las normas tributarias, ni tampoco van a ser todos los autónomos los que pueden restar los gastos de difícil justificación en el calculo de sus impuestos ya que para que sean aplicables estos gastos deben de darse ciertos requisitos.

El primer requisito que tu actividad calcule sus impuestos mediante estimación directa en su forma simplificada.

La normativa tributaria nos indica que:

Aquellas personas que calculen sus rendimientos mediante el método de estimación directa simplificada podrán descontarse como gastos de difícil justificación el 5% de la diferencia entre los ingresos y los gastos de la actividad.

Hasta hace poco se podía incluir como gastos de difícil justificación el porcentaje anterior sin ninguna limitación pero desde Enero 2015 se estableció un limite de estos gastos a 2000 euros.

¿Qué incluyen los gastos de difícil justificación?

Muchos son los problemas y rompederos de cabeza que han suscitado conocer a ciencia cierta en que estaba pensando el legislador cuando  regulo este concepto,  el problema radica principalmente en que si las posibles insolvencias de trafico es decir los clientes morosos ya los estamos teniendo o no en cuenta en el calculo de nuestros impuestos al incluir en los mismos la partidas de gastos de difícil justificación, tras estudios, análisis y algunas lecturas podemos afirmar sin riesgo a equivocarnos lo siguiente:

Las empresas cuando tienen partidas de cliente por cobrar antes de declarar la perdida declaran su insolvencia mediante provisiones en el caso de que seamos un autónomo que determina sus rendimientos mediante estimación directa no podremos incluir como gasto deducible las provisiones, pero si que vamos a poder considerar como gasto o al menos Hacienda lo viene aceptando los creditos morosos que cumplan los siguientes requisitos:

  • Que a 31 de diciembre hayan transcurrido más de seis meses desde su vencimiento;
  • Que el cliente se encuentre en concurso de acreedores;
  • Que el cliente haya sido procesado por alzamiento de bienes;
  • Que el crédito haya sido reclamado judicialmente.

Además, existen créditos impagados que no pueden deducirse, como los adeudados por entidades vinculadas o por administraciones públicas (ayuntamientos, comunidades autónomas, etc.) o los que estén garantizados.

Por lo tanto cuando nos encontramos bajo el método de estimación directa simplificada no podremos dotar insolvencias pero podremos restar los créditos declarados incobrables.

¿Cómo se calculan los gastos de difícil justificación?

El calculo de los gastos de difícil justificación no parece que sea una tarea complicada cuando desarrollamos una actividad de forma individual ahora bien este calculo puede complicarse si la que desarrolla la actividad económica no es el autónomo sino una entidad sin personalidad jurídica como ocurre en el caso de comunidades de bienes o entidades sin personalidad jurídica en las que los rendimientos obtenidos a través de las mismas son imputadas a las rentas del comunero o participe.

En el caso de tener que calcular los rendimientos de actividades económicas como consecuencia de participar a estas actividades debe tenerse en cuenta que los gastos de difícil justificación deben calcularse para cada uno de los comuneros en función de su porcentaje de participación.

Otras de las situaciones que pueden complicar el calculo de los gastos de difícil justificación es cuando el autónomo desarrolla varias actividades ya que el calculo de dichos gastos deberán de hacerse por actividad económica y no por el conjunto de todas ellas lo que haces dificulta el calculo del impuesto.

En todos estos casos deberá de tenerse en cuenta en todo caso que no podrán superar los 2000 euros.

¿Cómo se incluyen los gastos de difícil justificación en las declaraciones.?

A diferencia de lo que ocurre con la declaración de la renta en la que estos gastos son calculados de forma automática, cuando el autónomo se dispone a hacer frente a los pagos fraccionados tiene que calcular los pagos fraccionados e incluirlos en la declaración.

Para poder incluir los gastos de difícil justificación en el modelo 130 primero deben calcularse y después sumarse a los gastos reales de la actividad.

Lo mejor para ver esto es con un ejemplo.

Imaginemos que un autónomo que cobra 1000 euros y tiene unos gastos de la actividad de 500 euros, este autónomo podrá incluir en concepto de gastos de difícil justificación la cantidad de 25 euros con lo cual sus gastos totales serian 525 euros.

Si el mismo autónomo en vez de tener unos ingresos de 1000 euros tuviese unos ingresos de 100.000 euros sus gastos de difícil justificación serian de 4975 euros pero como desde el  2025 solamente puede incluir 2000 como máximo en concepto de gastos de difícil justificación los gastos totales de ese trimestre serian 2000+ 500 euros es decir 2500 euros.

Sino conocemos la existencia de los gastos de difícil justificación esto nos podría haber supuesto presentar un pago fraccionado por una cantidad 400 euros mas alta que es la cantidad que hemos ingresado de menos al conocer la existencia de estos.

Esta problemática de tener que calcular los gastos de difícil justificación no la tendríamos en la renta ya que los gastos vendrían calculados  directamente en nuestra declaracion.

¿Conviene siempre incluir los gastos de difícil justificación en la declaración?

Si bien la repuesta en la mayoría de los casis seria positiva existe una excepción que puede hacer que no sea conveniente incluir estos gastos en nuestra declaración de la renta.

Cuando un autónomo desarrolla una actividad profesional y únicamente tiene un pagador puede que le sea mas favorable incluir las reducciones aplicables a los rendimientos del trabajo para ello deberemos de analizar cada caso concreto y elegir la mejor opción.