Como todos los años, hemos ido a Navarra, aunque este año hemos cambiado de zona. Este año estuvimos en Baztán, un poco más allá de un pueblo llamado Erratzu. Si lo consultáis, veréis que está a tiro de piedra (bueno, la piedra tiene que subir y bajar un puerto, el col d'Ispeguy) de St. Etienne de Baigorry y, un poco más allá, St. Jean Pied de Port, que suele marcar el inicio de la ruta francesa del Camino de Santiago.
Pues en las pastelerías francesas (tanto las de St. Jean Pied de Port como en St. Jean de Luz) vimos unas tartas que llamaban Gateau Basque, con el Lauburu (el símbolo celta de cuatro brazos). Las tenían rellenas de crema pastelera o de mermelada de cerezas.
Compramos una de cerezas para probarla y como vimos que no era complicada de hacer, la hemos reproducido al volver a casa. Eso sí, como el Lauburu lo vimos sobre todo en los sujeta ventana de las casa de los pueblos, le pusimos el eje. Cosas que pasan.
Ingredientes
Masa
- 350 g de harina (aprox.)
- 2 huevos
- 2 yemas de huevo
- 200 de azúcar
- 200 de mantequilla
- Ralladura de un limón
- 750 g de mermelada de cerezas
- Un chorrito de ron (opcional)
- Al parecer, el gateau basque incluye almendras molidas en la elaboración de la masa, pero nosotros optamos por la versión sin almendras.
- Mezclar la mantequilla en pomada, azúcar, la ralladura de limón, un huevo entero y las dos yemas.
- Añadir la harina poco a poco y mezclar completamente. Se puede añadir un poco más de harina si vemos que la masa queda demasiado blanda.
- Envolver la masa en papel film y poner en la nevera un par de horas. Así endurecerá y será más fácil de extender.
- Untar un molde (a poder ser desmontable, porque luego para desmoldar no se le puede dar la vuelta) con mantequilla y espolvorear ligeramente con harina.
- Una vez enfriada la masa, partir la masa completa en dos partes, una un poco más grande que la otra. Será esta la que nos haga de fondo y paredes, mientras que la otra será la tapa. Devolver, envuelta en el film, la masa de la tapa a la nevera para que no se ablande.
- Extender la parte de masa correspondiente al fondo con el rodillo sobre una superficie plana y, a poder ser, fría. Puede hacerse sobre papel film. De esta forma es más fácil después despegarla de la bancada y traspasarla al molde. Hay que obtener un círculo más grande que el molde (hay que cubrir las paredes) y que quede gordita, como de algo menos de un centímetro.
- Recortar los bordes sobrantes y añadirlos a la masa de la tapa.
- Rellenar el molde forrado con la masa con la mermelada de cerezas. A los que les guste, un chorrito de ron mezclado en la mermelada le da un puntito.
- Sacar de la nevera la masa de la tapa y estirar como en el caso anterior. Esta vez, el circulo debe ser, aproximadamente, del diámetro del molde.
- Cubrir la mermelada con la tapa y presionar con los dedos para pegar los bordes de la tapa a las paredes de masa.
- Doblar los bordes de pared que han quedado más arriba de la tapa para cerrar la junta e igualarla. Después, con un cuchillo se puede decorar el borde.
- Precalentar el horno a 200 ºC, arriba y abajo, sin aire.
- Si queréis, se puede reservar un poco de masa para hacer algún motivo decorativo en el centro, como en este caso el Lamburu.
- Batir el huevo que nos queda y pitar con el la superficie de la tarta.
- Bajar la temperatura del horno hasta los 180 ºC y hornear a media altura, tirando a baja para evitar que la parte superior coja demasiado color. Deberá estar en el horno unos 30 a 40 minutos.
Ingredientes
Mezcla inicial
Ya removida
Añadimos la harina
Con la harina incorporada
Preparada para nevera
Forrado del molde con la masa de base y paredes
Rellenado de mermelada
Cierre del borde
Decoración central
Horneado
¡A vuestra salud!