Gatos habladores, abuelos amantes de los pájaros y batman enjaulado

Por Japangaijin @japangaijin

Ayer domingo debía de haber llovido la hostia (y más) por lo que la kdd para ir al Kanamara Matsuri fue anulada. Y llovió el día anterior. Tanta agua cayó, que tuve que levantar la tapa de las cloacas enfrente la puerta para que el agua no llegara a mi cama.

Salí de casa para las clases, y a media bajada algo me susurró...

-¡Oye tú!
-¿A mi?
-Si, a ti es. ¿Sabías que la mierda siempre cae hacía abajo?

Un gato (me apuesto mi brazo derecho a que es el que grita noche si y noche también) me estaba hablando desde lo alto de un muro a punto de cagar. Que raro, los gatos cagan en el suelo donde hay tierra.

Bueno, no le di más importancia y seguí hacia la estación.

Tras las cinco horas de clase (me encanta dar clases privadas, gano lo mismo que en It en la mitad de tiempo) fui con las alumnas (en plural) a un parque. En un rincón, habían unos ancianos dando de comer a las gaviotas. Eran trozos de pan de considerable tamaño.

-¡Hijoputa, ese trozo es mio! -decía una gaviota macho a otra joven
-¡Cállate, hijo de un cuervo! ¡Yo tengo que crecer! -le contestaba la pueril gaviota
Qué raro, pensé... creía que las gaviotas solamente comían pescado. ¡Como está cambiando el mundo!

Pensando que ya nada me podría sorprender, me di media vuelta y cuando di el tercer paso (podría ser el cuarto o el segundo, pero ahora no me acuerdo bien) escuché una voz muy-muy bajita.

-Nanananananananananana!

Pensé... ¿qué diantes es ese ruido? ¿Y porqué viene de aquella jaula?

Cuando miré por la ventana, lo entendí todo.

-Nanananananananananananana!

Llegó a casa, abro el facebook, y veo a tres de las chicas de la no-celebrada kdd chupando piruletas con forma de setas. Sin duda alguna, aquel domingo fue un pelín surrealista.