Leí el libro unos años antes de comprármelo, en una traducción que tenían en mi biblioteca. Recuerdo que me gustó mucho, aunque no me acordaba bien del tono empleado por Fitzgerald en su narración a través del personaje de Nick Carraway. Hojeándolo, parece más analítico e introspectivo de lo que se presenta en la película de Luhrmann. Pero creo que no merece la pena ponerse a comparar. La novela es uno de los grandes clásicos norteamericanos sobre la vacuidad del lujo, los sueños y el desencanto. Sin más.
De la película ya hablaremos.