Casi una hora después cuando comenzaban a verse un poco los colores del paisaje el mismo gavilán volvió a sobrevolar el arroyo pero sin acercarse tanto como en el primer registro de la mañana del 24 de Mayo.
Mañana fresca y con mucha niebla, visibilidad muy reducida, actividad de aves muy escasa salvo alguna que otra Garza acercándose al tronco seco para perchar un rato mirando el arroyo en búsqueda de alimento; solo se escuchaba el repetitivo canto del Curutié colorado y por momentos algunos varilleros se hacían notar pero no se hacían ver. Mucha humedad en el aire y algunos intentos fotográficos que terminaron en la basura, me doy media vuelta desde el puente peatonal de la Reserva del Arroyo Itá para buscar el mate que había dejado en el auto cuando veo acercarse a un solitario Gavilán planeador a muy baja altura sobrevolando el pastizal de la costa del arroyo, tan lento era su planeo que me alcanzó el tiempo para subir a IS0 800, bajar un poco la velocidad, apuntar para arriba y que sea lo que Dios quiere. La verdad que por las dificultosas condiciones de luz quedé conforme con el resultado, esta foto es la que tengo con el Gavilán casi a punto de pasar por arriba mío a menos de 10 metros de altura.
Casi una hora después cuando comenzaban a verse un poco los colores del paisaje el mismo gavilán volvió a sobrevolar el arroyo pero sin acercarse tanto como en el primer registro de la mañana del 24 de Mayo.
Casi una hora después cuando comenzaban a verse un poco los colores del paisaje el mismo gavilán volvió a sobrevolar el arroyo pero sin acercarse tanto como en el primer registro de la mañana del 24 de Mayo.