Esta gran concentración de gaviotas probablemente era debida a la fuerte borrasca que durante esos días azotó el Golfo de Vizcaya. Además, también buscan el acercamiento a la costa porque se encuentran en pleno periodo de muda, como atestiguaba la gran cantidad de plumas que tapizaba la playa ese día.
Con la llegada de las gaviotas sombrías comienza para los gavioteros la búsqueda de ejemplares anillados. En el grupo presente el sábado mi compañero Toño Caballero, que me ha enviado varias fotos, y yo pudimos localizar tres, procedentes de momento de las poblaciones más cercanas. Dos de ellas, con códigos K+S y G+Z proceden de la colonia urbana de Cardiff, en Gales, anilladas por Peter Rock.
K+S, anillada en 2016, cuenta con varias observaciones anteriores en Andalucía, adonde probablemente se dirige; mientras que G+Z, anillada en 2017, fue observada el invierno pasado repetidamente en Gijón, y yo ya la había localizado en mayo en Bañugues. Es probable que haya permanecido todo este periodo en la costa asturiana.
A través de estos programas de anillamiento Peter Rock ha descubierto que buena parte de estas poblaciones urbanas de Cardiff pasan el invierno en la Península Ibérica y el norte de Marruecos.
Por su lado, la tercera gaviota anillada, de código 3:CYR, también tiene su origen en una colonia cercana, en concreto de la Bretaña francesa, cerca del límite sur de la especie.