Acrónimos
“MinDefensa condiciona diálogos con ELN a entrega de abogado secuestrado» Noticiero CM&.
Desde el viernes pasado había decidido usar la cita para hablar por enésima vez de los acrónimos y dejé lista la frase para trabajarla en la mañana del sábado, resignado a que me llamaran monotemático. Me despertó la campanilla del guasap con dos mensajes de mi amigo Rubén Darío Barrientos para que observara cómo habían tratado El Tiempo y El Colombiano la triste noticia de la muerte de Olimpo López Gómez, el inventor del Chocorramo.
Rubén Darío comparó las dos noticias y comprobó que en la de El Tiempo el acrónimo estaba escrito de acuerdo con la pronunciación, mientras que en la de El Colombiano, de acuerdo con la marca en el empaque. Ni modo de criticar al diario paisa porque podría asegurar que la marca no tiene la culpa de que la pronuncien mal. Ahí está el meollo del asunto: si don Olimpo y los demás directivos de Productos Ramo sabían que lo pronunciarían “chocorramo», así debieron haberlo creado. La creación de Chocorramo está en el límite temporal entre los acrónimos correctos los incorrectos.
Para crear correctos acrónimos hay que conocer las reglas morfológicas que rigen la creación de palabras compuestas y derivadas. En la cita, por ejemplo, se nos muestra un acrónimo con una mayúscula intermedia. En español no hay palabras con mayúsculas intermedias. Debe ser “Mindefensa». Ídem, Transmilenio.
Nunca está la ene antes de la pe por lo que el acrónimo “Inpec» es incorrecto, debe ser “Impec». Se oponen porque en el nombre hay una ene. La Ortografía 2010 trae el caso del hipocorístico del nombre Juan Pablo que es “Juampa», no “juanpa».
Nunca está la eme antes de uve por lo que el acrónimo “Emvarias» es incorrecto, debe ser “Envarias».
Los acrónimos siguen la regla de acentuarse en el último componente por lo que “Turibús», “Sisbén» e “Isagén» deben llevar tilde por ser palabras agudas terminadas en ene o en ese.
El acrónimo “bacrim» es singular, el plural es “bacrimes».
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