Es tiempo de gazpachos. Desde aquellos primeros gazpachos con los que se alimentaban nuestros antepasados ha llovido mucho, hechos a base de agua fría, aceite, vinagre, sal y pan desmigado, quitaron hambres sin duda. A partir del siglo XIX, cuentan, se introdujo el tomate en esta preparación. El color del gazpacho andaluz se debe a los afamados licopenos que lleva el tomate y con los que se nos bombardea continuamente ensalzando sus virtudes nutricionales.
Se hacen hoy día gazpachos de todo, los últimos con frutas, que si cerezas, que si fresas, que si melocotón, que si sandía... no os canso. El que hoy os traigo lo llamo yo blanco, pero por su fondo que es perfectamente blanco, porque luego no le faltan cosas para alegrarlo. Fácil de hacer, barato y rico, riquísimo.
Ingredientes:
- Mayonesa comprada o hecha en casa con aceite de girasol 4 cdas.- Ajos 2 dientes.- Agua helada 1 litro.- Vinagre de vino al gusto.- Sal al gusto.
Para el picadillo:
- Tomate rojo y prieto 1 pequeño.- Pimiento verde 1 trozo.- Pimiento rojo 1 trozo.- Escalonia 1.- Pepino 1 trozo.
Elaboración:
En un bol grande echamos la mayonesa y los ajos molidos con el mortero, habiéndoles quitado previamente el germen para que no repitan. Incorporamos poco a poco el agua helada y mezclamos con unas varillas. Añadimos la sal y el vinagre y los integramos bien.
Picamos todas las hortalizas en cuadritos pequeños. Las disponemos alineadas en una bandeja o plato.
Servimos el gazpacho y aparte las verduras para que cada uno elija sus preferidas y la cantidad de ellas. Siempre frío. Si es de nuestro gusto lo acompañamos con rebanaditas de pan tostado o sin tostar. ¡¡¡Buen provecho!!!