ESCRITO EN EL VIENTO: EL TRABAJO, 1
ESCRITO EN EL VIENTO: EL TRABAJO, 2
DANIEL ODIER: Como la mayoría de sus colegas de otros países, los escritores norteamericanos para especialmente interesados en juzgarse, apoyarse o condenarse unos a otros, y al parecer cada uno de ellos tiene la impresión de que solo él está en posesión de la verdad. ¿Cómo le hace sentirse este tipo de cosas?
WILLIAM BURROUGHS: Bueno, eso de las camarillas de escritores ha ocurrido siempre. Creo que llegó al punto culminante en Francia, cuando los surrealistas se dedicaron a atacar a todos los demás escritores. Breton pasó gran parte de su tiempo escribiendo cartas insultantes a otros escritores... Personalmente, creo que las discusiones literarias son una pérdida de tiempo tremenda. No me interesa meterme en polémicas, manifiestos y condenas de otros escritores y otras escuelas literarias.
DANIEL ODIER: ¿A qué cree usted que se debe el deseo de uniformidad intelectual que parecen experimentar tan violentamente las sociedades dominadas por el poder del dinero?
WILLIAM BURROUGHS: La uniformidad intelectual se hace cada vez más necesaria a medida que las contradicciones y los fracasos de la sociedad se vuelven cada vez más obvias. Las cosas han llegado a un punto en el que expresar cualquier opinión sensata es poco menos que un delito. Si usted expresa una opinión moderada acerca de las drogas, se le acusa de fomentar su uso y se le denuncia como criminal. Insinúe que hay alguna cosa fundamental en la sociedad que anda mal, y lo tacharán de anarquista que amenaza los cimientos mismos del orden civilizado. No pueden dejar ningún margen porque las contradicciones son demasiado flagrantes.
Daniel Odier. El trabajo. Conversaciones con William Burroughs. Enclave de Libros, febrero 2014. Traducción de Federico Corrientes. Presentación de Luis Navarro. Prólogo de Giuseppe Maio. Dsieño de cubierta: Lucas Vázquez de la Rubia.