Hay que reconocer que Ken Kesey se lo hizo bien: grabó todas las mierdas de las leyendas que tuvo cerca de sí. Luego esas mierdas las empaquetó y ahora su hijo tiene un buen negocio vendiéndoselas a capullos como yo. Lo que me jode es ver a Neal Cassady, uno de mis héroes, haciendo el capullo, colocado de ácido hasta más no poder y siendo filmado, sin darse cuenta, por ese mierda de Ken Kesey que, sinceramente, mejor se hubiera dedicado a seguir escribiendo novelas, algo en lo que era bueno, y haber pasado de filmar estas mierdas, una serie de escenas montadas en este vídeo de poco más de 45 minutos sin ninguna gracia o ritmo. En ellas aparece Neal Cassady bailando con una silla, conduciendo el autobús mágico, cuya magia se limitaba a Neal y al tío ese de los Grateful Dead, porque el resto eran un montón de gente sin talento. De todos modos, las escenas filmadas de Neal sirven para darse cuenta de por qué ningún actor ha sabido interpretarlo en el cine: Neal era puro nervio y eso es muy difícil de interpretar hasta por los mejores, caso de Nick Nolte, pongamos por caso. Resumiendo: una cinta solo para auténticos fanáticos, como es mi caso, de Neal Cassady, el hombre, no lo olvidemos, que enseñó a escribir a Jack Kerouac:
Hay que reconocer que Ken Kesey se lo hizo bien: grabó todas las mierdas de las leyendas que tuvo cerca de sí. Luego esas mierdas las empaquetó y ahora su hijo tiene un buen negocio vendiéndoselas a capullos como yo. Lo que me jode es ver a Neal Cassady, uno de mis héroes, haciendo el capullo, colocado de ácido hasta más no poder y siendo filmado, sin darse cuenta, por ese mierda de Ken Kesey que, sinceramente, mejor se hubiera dedicado a seguir escribiendo novelas, algo en lo que era bueno, y haber pasado de filmar estas mierdas, una serie de escenas montadas en este vídeo de poco más de 45 minutos sin ninguna gracia o ritmo. En ellas aparece Neal Cassady bailando con una silla, conduciendo el autobús mágico, cuya magia se limitaba a Neal y al tío ese de los Grateful Dead, porque el resto eran un montón de gente sin talento. De todos modos, las escenas filmadas de Neal sirven para darse cuenta de por qué ningún actor ha sabido interpretarlo en el cine: Neal era puro nervio y eso es muy difícil de interpretar hasta por los mejores, caso de Nick Nolte, pongamos por caso. Resumiendo: una cinta solo para auténticos fanáticos, como es mi caso, de Neal Cassady, el hombre, no lo olvidemos, que enseñó a escribir a Jack Kerouac: