“If you can't fly, you can't be a Byrd". En esta “original” frase espetada por Jim McGuinn a Gene Clark en febrero de 1966 después de que éste, afectado por un ataque de pánico, abandonara un avión que debía tomar la banda con destino a Nueva York, se escenifica y se explica en parte la salida de The Byrds del que hasta entonces había sido su principal compositor. Y no deja de ser curioso que esa salida se produjera sólo unos días antes del lanzamiento del single “Eight Miles High”, última obra maestra dejada por Gene Clark a The Byrds, e inspirada precisamente en las incidencias de un vuelo que la banda había realizado a Londres el año anterior.
Cuentan las crónicas que Gene Clark comenzó a componer el tema tras una conversación con el stoniano Brian Jones en noviembre del 65, tras esa conversación tomó unas primeras notas que días después desarrolló en un poema completo para el que finalmente compuso la melodía, mostrándoselo después a McGuinn y Crosby con la sugerencia de que trataran de incorporar la influencia de John Coltrane en los arreglos. Sus dos compañeros de banda no sólo hicieron eso, añadieron algunas líneas al texto de Clark y dotaron a su melodía de inspiración hindú de unos arreglos y unas armonías tan alucinantes que convirtieron a “Eight Miles High” en la primera canción netamente psicodélica, por vocación, contenido y resultado formal, de la historia del rock, además de en uno de sus momentos cumbre.
No soy muy dado a hacer entradas con datos que fácilmente se pueden encontrar en la Wiki, pero creo que este temazo bien vale hacer una pequeña excepción. Así que continuaremos un rato más contando lo que dicen las crónicas, y éstas dicen que durante la gira de los Byrds por Esados Unidos de 1965, para matar el aburrimiento de los traslados en bus de ciudad en ciudad (y añado yo que supongo que para facilitar también la posibilidad desconexión, evasión y relajación de los miembros de la banda), David Crosby trajo un cassette con grabaciones de Ravi Shankar y un par de álbumes de John Coltrane (“Impressions” y “Africa/Brass”) que no dejaron de sonar durante toda la gira, pero que sí dejaron, como es comprensible, a nuestros los cinco Byrds más que colocados, listos y en onda para iniciar su etapa psicodélica.
“Eight Miles High” fue la primera muestra y, además de ser soberbia, puedo dar fe de que resulta muy difícil mantener la cabeza en la tierra mientras uno la escucha. La influencia de Coltrane es manifiesta en el genial y alucinante trabajo de McGuinn a las 12 cuerdas tratando de reproducir el sonido del saxo de John Coltrane en el tema “India” (“Impressions”, 1963). Mientras que la influencia de Shankar, pese a que en la canción no suena ningún zitar, se aprecia sobre todo en la melodía compuesta por Clark y de nuevo en el trabajo de McGuinn a la guitarra. Las etéreas harmonías de Crosby y la adictiva línea de bajo de Chris Hillman contribuyen notablemente a iluminar el tema y a completar ese tono lisérgico que nos eleva y nos eleva, haciéndonos perder, si nos descuidamos un poco, las consciencia de quiénes somos y dónde estamos.
Aun queda Gene Clark y “Eight Miles High” para un rato, pero, antes de continuar, ¿Qué tal si, dada su gran influencia, escuchamos “India” de John Coltrane para que juzguemos nosotros mismos? Reconozco que antes de comenzar a preparar esta entrada jamás había lo escuchado, y de hecho desconozco por completo (aunque espero que por poco tiempo) la carrera de Coltrane (salvo una maravillosa colaboración con Johnny Hartman cuyo descubrimiento le debo a Il Cavaliere). Si a alguien le sucede lo mismo que a mí esta es una buena ocasión para subsanarlo. Ahí va “India” y sugiero que nos relajemos porque el tema no es corto...
Por lo demás, las crónicas sobre “Eight Miles High” continúan con las visicitudes en torno a su grabación, pues The Byrds grabaron dos versiones de la canción, la primera en diciembre de 1965 en los estudios de la RCA de Los Angeles, versión que sin embargo la compañía Columbia desechó, obligando a la banda grabarla de nuevo en sus propios estudios en enero de 1966, y que fue la que finalmente se lanzó como single en marzo de ese año e incluida en el tercer álbum de los Byrds, un “Fifth Dimension” en el que Gene Clark ya no participaría. Años después tanto Crosby como McGuinn han comentado en más de una ocasión que la versión de la RCA tenía más fuerza, que era la que ellos querían y que, en definitiva, era mejor... Pero, sinceramente, yo me engancho a cualquiera de ellas… y nunca me ha gustado elegir.
El 14 de marzo, menos de un mes después de la salida de Clark, salió el single de “Eight Miles High”, siendo en un primer momento vetado en la emisoras de radio por su supuesta apología del uso de drogas, hecho que negaron con énfasis todos los miembros de la banda hasta que, años después, fue reconocido tanto por Clark como Crosby…y es que, claro, eso de un vuelo a ocho millas de altura da mucho juego… ¿alguien lo dudaba? En julio se publicó “Fith Dimension”, un álbum que, pese a contener grandes canciones como “Mr. Spaceman”, “Wild Mountain Thyme” o el homónimo, quedó algo cojo a nivel compositivo por el súbito abandono de Gene Clark, que obligó a incluir cuatro versiones (ninguna de Dylan, por cierto), cuando en principio no estaba previsto un número tan alto, además de un tema instrumental, y en el que la única pieza aportada por Clark destaca por encima de todas las demás como uno de los momentos más inspirados de la historia del rock. Señalar por otro lado que la salida de Clark obligó a Chris Hillman a convertirse en la tercera voz de The Byrds, lo que no es mala cosa.
Con “Eight Miles High” se puso punto final a la presencia de Gene Clark como miembro oficial de los Byrds hasta el disco de reunión de la banda original de 1973. La competencia de egos entre los miembros de la banda y los celos que éstos sentían hacia Clark como consecuencia de las mayores rentas que percibía por ser su compositor principal propiciaron el abandono de Clark de la banda en la misma medida que su miedo crónico a volar (desde que en su niñez fuera testigo de un accidente aéreo). Pero al mismo tiempo empujaron al resto de miembros a convertirse en los compositores geniales que fueron. Por su parte, Gene Clark, puede que tuviera pánico a volar en avión, sin embargo pocos han volado tan alto como lo hizo él al componer “Eight Miles High”. Ahí os dejo con las dos versiones, la de la RCA y la más conocida de Columbia, ambas flipantes. Volemos…
La de Columbia (enero 1966):
La de RCA (diciembre de 1965):