La Generación Langosta es la nacida entre 1945 y 70 que disfrutó de la coyuntura perfecta para trabajar y ahorrar haciéndose un buen caldo con la gallina de los huevos de oro durante décadas. En la actualidad es férreo defensor del status quo, critica a los jóvenes "que no trabajan porque no quieren".
Al igual que una plaga de langostas, no dejararon nada tras de sí y las migajas del estado de bienestar.
Vivían tranquila y plácidamente sin tener formación y podía echar un pulso a los jefes, pues sabían que si le despedían siempre había otro sitio deseoso de contratarle.
Consumieron y arrasararon sin importar el modelo de mercado, parcheando el sistema con burbuja tras burbuja. Un crecimiento basado en pilares de humo.
La única riqueza generada era la robada al futuro a través del endeudamiento. Agotaron todos los recursos como un borracho en una barra libre, bebiéndolo todo sin importarle que se acabara y destrozar el hígado.
Ahora miran por encima del hombro a las que llegan, argumentando que ellos trabajaban más y que en sus tiempos la economía no paraba de crecer.
Esta generación está en el poder y no lo sueltan salvo para prejubilarse cobrando más que el que trabaja, acaparan propiedades teniendo que pagarles el alquiler la siguiente generación, dándoles además gran parte de tu sueldo a ellos, imposibilitando acceder a tu propia vivienda, y a la vez con unos impuestos desorbitados directos e indirectos para mantener el sistema.
Están radicalmente a favor del encarecimiento de los pisos a niveles absurdos porque eso les beneficia.