Memorias de una generación perdida:
Han pasado más de 15 años y nuestros recuerdos se han convertido en cenizas, igual que nuestro cabello. El tiempo no perdona, hemos sido engullidos por el futuro negro que ambos imaginábamos.
Tú te casaste con una mujer más joven que yo, yo con un hombre mayor, rico, trabaja en la banca, y me llena de lujo cada día con regalos y una vida que jamás había imaginado. Estoy rodeada de ostentación: casa de tres plantas, piscina olímpica, servicio de limpieza, armarios llenos de ropa y zapatos de fiesta, elegantes, tarjeta de crédito a mi libre disposición siempre con 4 cifras detrás del primer dígito de euro.
Nos amamos cada vez más lejos, tú y yo, renunciando a nuestro amor y pasión, afianzando nuestras ruinas hacia esa generación perdida. No hay noche que no te recuerde, cada vez que mi marido me folla, veo tus labios, tus manos, tu mirada encendida…no sabe darme el placer que tú me dabas, que ambos nos dábamos. Y, ¿sabes por qué? Sí, sí lo sabes, porque nos dejamos escapar, a lo tonto, tú por tu manía de tener todo bajo control, todos los cabos atados, ni un punto de sutura, ni una sombra de futuro incierto; y claro, yo, era todo eso, todo lo que no querías pero no podías evitar desear.
Y mira cómo hemos acabado, yo atiborrada a pastillas para dormir, y tú, semialcohólico, ahogando tus penas y tu frustrada vida en chupitos de ron cada noche. Y los dos, con miedo de cruzarnos alguna vez en un avión, porque sabemos que nos miraríamos e iríamos a follarnos al cuarto de baño. Como dos putos locos 15 años atrás, incapaces de olvidarnos, viviendo vidas que no queremos, y con el alma rota de tanto engañarnos.
Sigo soñando con escapar de esta rutina, que vengas, que me digas que nada te importa, que dejes todo, y yo, corriendo a tus putos brazos. Sé que no lo harás, pero yo no dejo de imaginarlo mientras trago orfidal para dormir.
Te maldigo, te odio, te quiero, te amo, te insulto, te azoto la cara, te empujo con mis pequeños brazos en tu maldito y enorme torso, grito ahogado, lloro sangre, me hago daño, autodestrucción y asesino mis sentimientos…Y no dejo de amarte.
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