La convocatoria a producir comunicación con perspectiva de género ya ha dejado de ser exclusivo de la comunicación alternativa y ya se busca que se convierta en tarea cotidiana en los medios de comunicación cubanos, por tal motivo se realizó en el municipio de Morón en la provincia de Ciego de Ávila el primer taller regional Género, Comunicación y Comunidad, el cual se inició este miércoles 26 de junio y duró hasta el 28. Este talles es parte del Programa Nacional de Capacitación Básica a los profesionales de los medios de comunicación locales, sobre el tratamiento de los géneros.
En el afán de convertir la comunicación mediática en alterativa de evidenciar la realidad de los grupos excluidos, sobre todo las mujeres en Cuba se realiza este proyecto que tiene una primera etapa en la educación de aquellos que han de llevar la imagen y el sonido a la comunidad.
Algunos y algunas colegas prestan poca atención a esta urgencia del presente, la minimizan y aún la rechazan. Es muy fuerte aún la sorna cuando se habla, por ejemplo, del lenguaje para la equidad.
“Eso del ellas y ellos, o las niñas y los niños, es muy aburrido, alarga la prosa y no agrega nada” dicen. Lo que no toma en cuenta esa parte de los y las profesionales es que lo que no se nombra no existe y que toda omisión implica discriminación. Si una parte de la ciudadanía permanece subsumida en plurales masculinos o en afirmaciones totalizadoras y excluyentes, esos segmentos no mencionados resultan negados en sus derechos.
Es un simplismo, por demás, asegurar que la reivindicación de un lenguaje no sexista se reduzca al las y los. La esencia es otra.
Octavio Paz, el ilustre Premio Nobel mexicano, en su ensayo “Nuestra Lengua”, subraya que "la lengua es un signo, el signo mayor de nuestra condición humana. La lengua es nuestra morada". Entonces, si las palabras ignoran a las humanas, si no las mencionan, si por omisión las desvalorizan, resultaría que la mitad de la humanidad se vería expatriada de esa morada suprema que nos permite pensar el mundo, porque el mundo se piensa en palabras. El punto viene a cuenta por eso: porque lo que no se nombra no existe. Y a la contraria: no tienen nombres las cosas que no existen todavía.
Hacer comunicación con perspectiva de género equivale a poner el universo al derecho. En el recién concluido Taller regional de género, comunicación y comunidad se evidenció la importancia de producir comunicación equitativa con estas palabras: "un periodismo que incluya a la sociedad completa será más democrático. Lo que nos hace rehuir el tratar los protagonismos de las mujeres en paridad con los de los hombres es el temor de parcializarnos. Es eso justamente lo que hacemos cuando no los tratamos”.
Tal vez es el momento de fijar las diferencias entre equidad e igualdad, puesto que de eso hablamos. La igualdad es una cuestión de derechos y, en primer lugar, de derechos humanos.
El término equidad alude a una cuestión de justicia: es justo que se reconozcan los protagonismos de ambos géneros, que se trabaje por deconstruir los estereotipos que han minimizado a la parte femenina de la humanidad; y que las que ocupamos más de la mitad del espacio entre las gentes vivamos con las oportunidades requeridas para un desarrollo humano pleno y un disfrute en equidad de las garantías que la democracia garantiza.
En este primer encuentro de género, comunicación y comunidad también quedó clara la necesidad de rescatar la información como un derecho, como un derecho político, democrático y, en consecuencia, interpretar la ocultación de la realidad de un sector poblacionalmente mayoritario como son las mujeres.
En el caso del tema de la violencia de género, se destacó en el encuentro de Morón que, aunque ha empezado a ser tratado por los medios de comunicación en Cuba, sobre todo por la televisión y la radio, el acercamiento es aún muy limitado, insuficiente y asistemático, se ha abordado, pero sin constancia y sistematicidad. Y, sobre todo, sin aportar soluciones concretas que pudieran servir de orientación para las víctimas de violencia.
En la cita, que tuvo como antesala un encuentro similar a nivel nacional, participan periodistas, directivos, asesores y otros trabajadores de la prensa de las provincias de Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus, Camagüey y del territorio sede.
Durante la primera jornada de preparación se impartió la conferencia Género. Principales definiciones y actualidad de un debate que busca espacio en Cuba, a cargo de Dixie Edith, subdirectora de la Editorial de la Mujer, y se abordaron cuestiones relacionadas con las rutas de la violencia de género en el país.
De igual modo Rafaela García Fernández, funcionaria de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), hizo énfasis en el Plan de Acción Nacional en seguimiento a la Conferencia de Beijing 1995, y al trabajo en el área de la comunicación.
El evento concluyó el jueves 28 con la realización de talleres sobre sexismo en el lenguaje, y género y comunicación, así como también intercambios entre los participantes, entre las que se encontraban 6 especialistas de Sagua la Grande, dos de la Televisión local y 4 de Radio Sagua. A su llegada en hora de la noche de este jueves comentaron para Sagua Viva muchas de las experiencias vividas y cuánto aún queda por trabajar en los medios de comunicación cubanos, y específicamente locales este tema que nos hace más libres, nos empodera, nos transforma en comunidades de equidad, respeto y crecimiento social e individual pleno y sin discriminación.
El proyecto, patrocinado por las agencias españolas Mundubat y Aecid, lo promueve la FMC e involucra a féminas de la Unión de Periodistas de Cuba y del Instituto Cubano de Radio y Televisión.
Sagüeras participantes:
Marilyn Ríos (Jefa de Información y Pregramación de Sagua Visión)
Yaumary Fando Mirabal ( Periodista de Sagua Visión)
Yolaxys Álvarez Castelao (Directora de Programas y Realizadora de sonido Radio Sagua)
Niurka Rosa Padrón (Periodista Radio Sagua)
Solexy García Sánchez (Locutora y Directora de programas Radio Sagua)
Diana Fleites (Redactora Radio Sagua)