GENEROSIDAD PRESIDENCIAL (Crónica 1ª semifinal Certamen Internacional Escuelas Taurinas “La Malagueta”)

Por Malaka

Desplante de José Cabrera con los trastos por los suelos. Hay desplantes más toreros y artísticos.
(Foto: Pepe Pastor)

Plaza de Toros de La Malagueta – Lunes 6 de Agosto 2012
VII Certamen Internacional de Escuelas Taurinas

Tres cuartos de entrada. Se lidiaron 6 erales de Fuente Rey (Bohórquez) desigualmente presentados. Destacó por su bravura el primero.

JESÚS MAYO (E.T. Albacete): estocada haciendo guardia y estocada delantera (Vuelta al ruedo)
TIAGO ANDRÉ (E.T. Villafranca de Xira): pinchazo, media estocada y ocho descabellos (Silencio tras aviso)
JOSÉ CABRERA (E.T. Almería): estocada contraria (2 Orejas)
PEDRO GOMES (E.T. Villafranca de Xira): estocada haciendo guardia, pinchazo, estocada y once descabellos (Silencio tras dos avisos)
CARLOS ARANDA (E.T. Baeza): estocada trasera y tres descabellos (Vuelta al ruedo por su cuenta tras aviso)
JOSE ANTONIO LAVADO (E.T. Málaga): estocada baja (1 Oreja)

GENEROSIDAD PRESIDENCIAL (Crónica 1ª semifinal Certamen Internacional Escuelas Taurinas “La Malagueta”)

Por José Daniel Rojo

La numerosa afluencia de público ayer a los tendidos de La Malagueta puso de manifiesto, una vez más, el éxito alcanzado con este Certamen de Escuelas Taurinas que cumple este año su séptima edición. El trabajo bien hecho suele tener su recompensa y la Escuela de Málaga y todo su equipo está empezando a recoger el premio a un duro esfuerzo que en muchas ocasiones pasa desapercibido. Ver nuestra Plaza con el aspecto que lucía ayer tarde debe ser una inyección de moral para quienes trabajan día tras día, todo el año, en algo en lo que la única gratificación es el orgullo personal y satisfacción de querer y hacer las cosas bien. Este certamen ha conseguido consolidarse a nivel internacional y por ello debe dotarse del mismo nivel tanto la concesión de trofeos por parte de la presidencia como la elección de los chavales que componen el serial. Los profesores deben ser conscientes del nivel que debiera tener Málaga y por tanto sería de obligación moral y profesional el mandar como representantes de cada escuela a los mejores alumnos, a los más destacados. Y si no los tiene…pues oiga usted, no venga y déjelo para otra ocasión.

La escuela de Villafranca de Xira, de la que está al frente el torero Víctor Mendes, nos coló a dos supuestos aspirantes a toreros que no supieron estar a la altura. Cierto es que Tiago André y Pedro Gomes pecharon con el oponente más complicado y el más manso respectivamente, pero faltó decisión, valentía y amor propio por parte de los alumnos. La suerte suprema, ya sabemos el cuento de los portugueses, fue una auténtica carta de argumentos para los antitaurinos.

Estaría bien, aprovechando el tirón popular que tienen estos festejos, el poder educar al público dándole a entender que La Malagueta no es una plaza de pueblo, aunque en ocasiones lo parezca, y para ello se debe contar con la principal colaboración del palco presidencial que es quien puede, y además debe, imponer respeto y seriedad en la plaza. Ayer presidió, y no por primera vez, Jose Antonio Trujillo. Cuentan quienes le conocen que es buen aficionado pero ayer se equivocó al premiar con dos orejas una faena muy vulgar del joven José Cabrera. Cierto es que el representante almeriense dejó constancia de sus ganas desde el recibo capotero con una larga cambiada y luego con las banderillas muy en el estilo Ferrera, es decir mucho adorno y posturita, pero banderillear, lo que se dice banderillear, poquito. El chaval tiene aires populistas y torea como tal… abusando de pico, muchos desplantes y una imagen lamentable, tal y como se demuestra en la foto que encabeza esta crónica, con los trastos por los suelos. Nunca me gustó ese gesto de tirar los trastos por los que se debe de tener un mayor respeto. Todo esto fue premiado por el presidente Trujillo con dos orejas y la consiguiente Puerta Grande. ¿Es ese el nivel que se merece y que queremos para Málaga?

Carlos Aranda sigue demostrando buenas maneras como ya hizo en otra ocasión que compareció en La Malagueta. Con el capote toreó con las manos bajas y remató con una buena media. En la muleta quiso templar las series pero los muletazos carecieron de profundidad y más enjundia. Compone muy bien la figura pero torea hacia fuera. Su trasteo pasó desapercibido para el público. Dio una vuelta al ruedo que nadie pidió.

El primer novillo de la tarde, que le tocó en suerte a Jesús Mayo, fue sin duda, el mejor de la tarde. Se equivocó el alumno de Albacete en los terrenos de la faena que realizó pegado a tablas frente al tendido 2, cuando ese animal habría lucido aún más en los medios de la plaza. Los estatuarios del inicio del trasteo, una tanda al natural y los pases de pecho a la hombrera contraria fue lo más destacado de una actuación digna.

Y el malagueño Jose Antonio Lavado fue el encargado de cerrar plaza ante un novillo que presentó ciertas dificultades que no supo solventar el alumno de la escuela de la Diputación de Málaga. Estuvo con decisión y raza, actitudes que nunca se le pueden recriminar a Lavado pero es precisamente eso lo que acaba por descomponerlo todo. El mismo genio provoca que lo haga todo de manera acelerada y en el toreo ya sabemos que mientras más lento, mejor. Banderilleó con más decisión que acierto y en la muleta estuvo inquieto, dando medios pases y echando el toro hacia fuera. Se le premió con una paisana oreja.