Gente maravillosa

Por Pinceladasdeunamicroviajera @microviajera

Hoy he leído un artículo muy bueno sobre personas que llevan una vida “alternativa” o diferente a lo estipulado por nuestra sociedad y me he puesto a pensar en la suerte que he tenido al conocer muchas personas que lo han llevado a cabo y me han dejado participar en sus proyectos. Por ejemplo, ayudar a construir la casa de Francesco y Cecilia en las faldas del volcán Ilaló en Quito fue una experiencia única. Una pareja de Italianos que deciden irse a Ecuador a trabajar en cooperación y a vivir más conectados con la naturaleza. Francesco me dijo un día algo precioso sobre su casa de cob y es que si algún día por lo que sea se destruyese no desentonaría tanto con su medio ambiente. Estuve con ellos en el 2012 y hoy he buscado en internet su proyecto. La casa está acaba y es preciosa.

La casa de cob. Foto: Sara Gordón

También recuerdo a Tina con su proyecto “Brewing hope café” en Neverland farm en Tumianuma. Tina, es estadounidense que se fue a Ecuador para poner en marcha su proyecto personal que consiste en cosechar café orgánico y con los beneficios de la venta ayudar a la pequeña comunidad de Tumianuma: compra terrenos para las familias que de otra forma no pueden acceder a la compra de tierras y lo único que se les pide es que una parte de la tierra la empleen en plantar café que le dan a la asociación; también ha ayudado a pagar tratamientos médicos o a los niños a acudir a la escuela. El lugar elegido para su proyecto parece realmente Nunca Jamás, recuerdo cuando nos dirigíamos allí (hay como una hora y media desde el poblado más cercano) y las indicaciones eran “bordear esta montaña y luego veis un árbol muy grande y torcéis a la derecha…” Realmente nunca pensé que lo fuéramos a encontrar pero ¡lo hicimos!

La vida relajada en Neverland. Foto: Sara Gordón

Rumy wilco es otro proyecto inolvidable. Una pareja de argentinos ambos biólogos que deciden crear un parque natural y vivir en él. Muchas de las plantas tienen el nombre y el lugar es realmente bonito.

Impresionantes raíces. Foto: Sara Gordón

No me puedo olvidar de Yanik y su familia con los que compartí bastante tiempo en Los Molles en Argentina. Un matrimonio canadiense con una niña que se dedican a viajar haciendo proyectos de autosuficiencia y yo me los crucé allí haciendo un invernadero sin tierra, sólo con agua. Con ellos aprendí a hacer pasta, aceite de orégano, eco-construcción, permacultura… tantas cosas.

La furgoneta mágica, tiene una capacidad inimaginable. Foto: Sara Gordón

El trabajo y el descanso. Foto: Sara Gordón

Hace muchos años estuve también en un poblado donde vivía gente de todo el mundo y tenían sus casas hechas en los árboles para evitar que construyeran una autovía por el bosque, llevaban más de diez años viviendo allí. Todos los artesanos que he conocido y viven viajando y compartiendo y que un día decidieron ese estilo de vida. Una pareja de argentinos que viajan por Sudamérica en su combi haciendo un programa de radio y un blog, y que hace poquito se han asentado después de muchos años de carretera y caminos en Méjico. Una pareja de Buenos Aires que se montaron su pequeño hostal en Purmamarca, muy recomendable Hostal Andino. Luego he visto proyectos locos pero que merecen toda mi admiración como recorrer todos los andes en bici… Hay tanta gente maravillosa en el mundo. Tendría tantas fotos para compartir…

Viajeros. Foto: Sara Gordón

El Hostal Andino, en Purmamarca. Foto: Sara Gordón

Más viajeros. Foto: Sara Gordón

Lugares increíbles como Tocaña. Foto: Sara Gordón

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